“Este año marcó una tendencia positiva luego de la crisis que los talleristas de GNC atravesamos en el año 2016, que para nosotros fue la peor en la historia de tres décadas de mercado”, explicó a surtidores.com.ar el experto del sector de conversiones, Mariano Rodríguez.

Al respecto, refirió que el fenómeno de los constantes aumentos de precios de las naftas y teniendo en cuenta que tal cual lo afirman las petroleras y el mismo Ministro de Energía, supone que los hidrocarburos deberán actualizarse un 30 por ciento más, “nos hace pensar en un litro de nafta súper a 43 pesos para diciembre de este año”.

Con estos números y las expectativas del argentino medio que tiene como costumbre utilizar su automóvil a pesar de todo, calcularon en el sector de los instaladores de tubos de GNC una suba de las consultas del 60 por ciento en el primer semestre del 2018.

Esto se traduce en un 25 por ciento de aumento de conversiones efectivizadas en el último año, a pesar de que en el período 2016 a 1018, hubo una explosión de venta de autos cero kilómetro, lo que frenó el impulso de una curva ascendente que podría haber sido más alta, ya que el ciudadano se endeuda en una prenda, lo que sumado al seguro y las patentes, resta poder adquisitivo para invertir en una cuota del equipo de gas.

Pero el empresario, destacó que debido también al cada vez más elevado precio de las naftas, paralelamente se muestra una proporción inversa en el lapso de tiempo de amortización de los equipos de GNC.

“Un automovilista que usaba su vehículo 50 km diarios antes de los incrementos y del golpe del dólar, tardaba entre 8 y 10 meses para recuperar lo invertido en los tubos de gas; hoy ese margen es apenas superior a los 6 meses”, informó.

Finalmente Rodríguez aconsejó al usuario que “supere la resistencia de animarse a volver al GNC, porque hoy en día, se logra un ahorro promedio de 3 mil pesos por mes, con lo cual, con una cuota mensual de 2500 pesos, todavía le sobran 500 pesos de ahorro”, dijo.