Prohibición de cargar a motos sin casco: Expendedores fueron convocados por el Ministerio de Seguridad

El Ministerio de Seguridad convocó a la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA) a debatir los alcances del Decreto 171/2017 que obliga a los vendedores de playa a exigir a los motociclistas el uso del casco y chaleco refractario para la carga de combustibles.

El encuentro se concretará el próximo jueves en el edificio de la dependencia conducida por Patricia Bullrich. Según precisaron los expendedores, el objeto de la reunión estará relacionado con el control que deben ejercer los empleados desde el próximo 15 de junio para que tanto el conductor como su acompañante cumplan con lo establecido en la normativa.

La legislación contempla duras sanciones para la “autoridad de comprobación” en caso de incumplimiento de los requisitos establecidos. Este aspecto ha sido fuertemente cuestionado por los estacioneros quienes aseguran no estar en condiciones de ejercer el “poder de policía”.

Desde la entidad apuntan que la obligación de controlar es de los municipios y no de las Estaciones. “Si creemos viable una norma que autorice a no vender combustible dejando a criterio de cada estación el hacerlo o no; pero que no sea una obligación”, sostuvieron sus dirigentes.

Asimismo advierten sobre el problema que dispararía la negativa del personal a abastecer a los motociclistas que no lleguen provistos de los elementos protectores, generando inconvenientes que podrían llegar a mayores, tal como sucedió en varias localidades donde la medida ya se encuentra vigente.

CONFORMIDAD CON EL REGISTRO DE IMPORTACIONES

El Presidente de CECHA, Carlos Gold, apreció la decisión del Gobierno de instrumentar el Registro de Operaciones de Importación de Petróleo Crudo y sus Derivados. “Es algo que veníamos reclamando desde el año pasado y por el cual mantuvimos dos reuniones con el Ministro Aranguren y otras tantas con los Secretarios del área”, señaló el directivo.

Gold asegura que el gasoil mayorista distribuido a precios muy por debajo de los que las compañías petroleras se lo venden a los operadores de bandera, “estaba haciendo estragos en las Estaciones de Servicio ubicadas en las zonas agrarias”.