Sigue subiendo el crudo
Los informes de expertos coinciden en señalarle al “superministro” que el petróleo seguirá cotizando en alza. En ese contexto, se reunirá con su par de Energía para analizar cómo afrontar la salida del acuerdo de “estabilidad” a partir del 1 de Julio. El texto completo del convenio
Es un problema a plazo fijo. Tendrá sus efectos a partir del 1 de Julio, cuando venza el acuerdo de precios con los petroleros, y se convierta en la principal amenaza para reducir la inflación. Los detalles de la política y sus internas siempre tienen repercusión en la actividad económica. Como expresa el filósofo inglés Allfred North Whitehead: “Pensamos en generalidades pero vivimos en detalles”.
Por ello, la decisión del Presidente Mauricio Macri, de fortalecer la coordinación del área económica en manos del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, supone un reordenamiento de las cuestiones económicas urgentes: déficit fiscal, inflación, competitividad externa y nivel de actividad, con vistas a cerrar un acuerdo “extraordinario” y sustentable con el FMI.
Pero ese objetivo principal tendiente a normalizar la economía, puede estar jaqueado de antemano por un horizonte de subas en el precio internacional del mercado del petróleo. Por ello, no es menor la importancia de la primera reunión que tendrá el nuevo “superministro” con el jefe de la cartera energética y minera, Juan José Aranguren.
La categoría de “superministro” fue desmitificada en una conferencia en la Cámara de Comercio estadounidense (Amcham), por el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, al afirmar que Dujovne no posee esa categoría que ostentara Domingo Cavallo o Roberto Lavagna en el pasado. Pero la información indica que hoy Dujovne recibirá a todos los ministros del área económica y deberán rendirle cuentas de todas sus acciones. Entre ellos Juan José Aranguren.
En principio, la relación entre Peña y Aranguren se tornó complicada luego que el Jefe de Gabinete abriera una línea de diálogo directa con Miguel Ángel Gutiérrez, titular de YPF, para reprimir un incremento de los precios de los combustibles en medio de la corrida cambiaria durante la segunda semana de Mayo. El siguiente paso de Peña fue ordenar, a un renuente Aranguren, acordar un congelamiento de precios por 60 días hasta que la tormenta cambiaria y financiera amaine.
En contra de sus principios de defensor de un mercado libre en el sector de los combustibles, Aranguren selló un pacto que dejó un sabor amargo en muchos directivos de las compañías petroleras. En las reuniones se escucharon reproches por la decisión de abrir el mercado pero el funcionario se defendió sosteniendo que durante dos años se registró una tendencia a la baja del petróleo a nivel mundial. El ministro visualizaba un escenario donde parecía favorable converger el valor de la energía a precio internacional. Y por ello, desreguló el mercado a partir del decreto 962, permitiendo a las compañías petroleras establecer los precios y decidir si compran el petróleo en el país o si importan.
En este contexto, entre las numerosas variables económicas, hay una que desvela a Nicolás Dujovne y que hereda desde que se adoptó la decisión de congelar precios en el primer piso de la Casa Rosada. La suba del precio del crudo de referencia no se detiene y el barril del petróleo Brent, que coquetea alrededor de los 80 dólares por barril, un valor que no se registra en las pizarras desde noviembre de 2014, tiene componentes políticos – la situación en Venezuela e Irán – y económicos, por la caída registrada en las reservas de EEUU.
Además, Dujovne posee en su mesa de trabajo un informe alarmante de la Agencia Bloomberg. El petróleo podría llegar a los 100 dólares el barril para el año 2019; la peor noticia para controlar la inflación y para ganar las elecciones cruciales del próximo año.
Acivar/desactivar voz
Leer página