Tras la difusión del nuevo costo
El Gobierno redujo en 0.0189 el costo del gas en boca de pozo, aquel que compran las estaciones de servicio para su transformación en GNC, acompañando la merma de la nafta súper, tal como establece la normativa vigente. ¿Tendrá impacto en los surtidores?
Con el objetivo de frenar aumentos en el GNC, la Comisión de Planificación que regula con énfasis al sector petrolero y por momentos de los combustibles, vinculó el valor al público del GNC con la nafta de 92 octanos sobre finales del año pasado. Desde entonces, debe acompañar cada movimiento de su competidor líquido.
A raíz de la reducción del 5 por ciento que este mismo organismo acordó con las principales refinerías del país para aplicar a partir del primero de enero, la comisión publicó las nuevas referencias para el gas en boca de pozo. Pasó de 0.7612 centavos a 0.7423 el metro cúbico.
En definitiva, la modificación abarata el insumo en apenas menos de dos centavos. ¿Qué actitud van a tomar los estacioneros? ¿Se replicará en las pizarras? Según explican fuentes consultadas, todo indica que pasará desapercibida, por el contexto de inflación y de atraso que sufre este producto energético.
“No creo que nadie lo traslade; cuando esos dos centavos se desagregan con impuestos y los costos, resulta que no hay diferencia. Además hay muchos actores que se nutren del precio del GNC, entre ellos, el Gobierno”, sostuvo un operador que prefirió no ser citado en la nota.
También la fuente explicó que esta caída viene a compensar ajustes en alza de los meses anteriores, que fueron absorbidos por las estaciones. De noviembre a diciembre de 2014 pasó de 0.7584 centavos a 0.7602. Luego en enero ascendió a 0.7612. Son milésimas, pero que en forma gradual y permanente hacen un número al final del mes.
“El precio de compra del gas es uno de los elementos que se tienen en cuenta pero los dos centavos tienen una incidencia mínima; entiendo que no se va a reflejar la diferencia”, coincidió otro referente de la actividad.
A los dirigentes estas informaciones le preocupan porque en general suelen ser mal interpretadas por la sociedad, medios de comunicación y los rubros que siguen de cerca los valores del GNC, como suelen ser taxis y remises. “La gente no entiende y se generan confusiones”, lamentan.
Ante las acusaciones, las empresas se defienden: aseguran que generan valor y que el costo del gas en el punto de ingreso al sistema es muy inferior al real o de producción. Basta sumar la amortización del compresor – que cuesta millones de pesos -, los salarios del personal, la tarifa de la energía eléctrica y del agua, el mantenimiento de las instalaciones y de los equipos de despacho, entre otras cuestiones.
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