Explican las causas de la explosión
Aseguran que el accidente producido semanas atrás, en el que explotó un vehículo mientras se abastecía en el surtidor, se debió a manipulaciones en el tubo por parte del conductor. ¿Es confiable el uso de este combustible? Gestiones para controlar la colocación de los sistemas de conversión.
El tanque de gas de un auto estalló mientras cargaba GNC el pasado 24 de marzo en una estación de servicio de la localidad bonaerense de Tortuguitas. Gracias a que las personas se ubicaron por delante del rodado durante el despacho, tal como establecen las normas de seguridad, no hubo que padecer víctimas fatales ni tampoco heridos.
El vehículo es un Chevrolet Astra modelo 2006, que quedó prácticamente destruido. Según cuenta Hugo Lamy, presidente de la Cámara Argentina de Productores de Equipos de Gas (CAPEC) luego de hacer las averiguaciones del caso, se confirmó que el kit fue instalado en el mes de marzo del año pasado.
¿Por qué tuvo tal desenlace? Lamy analizó los motivos: “después de haber sido instalado el sistema, el dueño del auto le hizo una ventana al tubo de 30 cm por 10; se nota porque tiene una soldadura; y por eso pasó, porque ningún tubo aguanta la presión si fue soldado; pierde la capacidad elástica”.
¿Con qué objetivo podría un conductor hacer tal trabajo? No se sabe. No se abrió investigación sobre el hecho y sólo aparecen suposiciones. Podría haber intentado trasladar algo en el interior del recipiente de gas. “El tubo quedó en la policía y se nota perfectamente la ventana; se ve que hay dos pinturas distintas”, sostiene.
Seguridad y eficiencia
Según estima Lamy culminando el primer cuatrimestre del año estaría implementado el nuevo sistema de control de equipos de GNC que los productores de equipos completos están coordinando con ENARGAS.
Se trata de un paquete de medidas que permiten garantizarle al consumidor que el equipo de GNC que está comprando circuló por toda la cadena de valor a través de actores habilitados, que cumplen con todas las exigencias que plantea la ley.
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Este es un sistema peligroso, se trabaja con una presion de 200 bar permanentemente, el material sufre la fatiga de quedar vacio y luego llenarse en pocos minutos. Es una bomba. La mejor opcion para la utilizacion de gas en los vehiculos, es el GLP. En un par de provincias de nuestro pais se usa y es mucho mas practico, seguro y eficiente. Con muchos mejores resultados que el GNC. Hace años que se usa el GLP en los montacargas.
Los accidentes no son casuales, la instalación de los equipos están hechas de muy mala calidad y como a cada instalador se le ocurre. Las obleas se renuevan todos los años pero ningun taller verifica los equipos y las instalaciones, solamente cobran. Las pruebas hidráulicas no se realizan, las cobran y ni siquiera sacan los tubos de los vehículos. Hasta que esto no cambie los accidentes serán cada vez mas comunes. Hace falta mas control y depurar un poco los talleres habilitados.
Si se esta aanalizando un paquete de medidas para garnatizarle al consumidor la autenticidad del equipo a instalar cumple con todas las exigencias normativas, también es necesario velar por la seguridad durante la carga.
Todos sabemos que por el principio de accion y reacción, cuando se produce la explosión de un cilindro, el mismo sale expulsado en forma violenta hacia atrás. Creo que en primera instancia no se debn habiliar equipos que posean la válvula de reabastecimiento en la parte trasera y mucho menos directamente vinculada al tanque, para velar por la seguridad del playero de la estación.
También, se deberá iniciar una campaña por parte del ENARGAS, para adecuar los sentidos de ingreso a las estaciones y las ubicaciones del vehícula en la isla de despacho. Hay muchas estaciones en las cuales, el vehículo estacionado en la isla de despacho, queda con su parte trasera a escaso 4,00 metros del minimercado o cnfitería, que por lo general son vidriadas. Piensen en las consecuencias de la explosión de un cilindro en esa situación.
Los accidentes se pueden evitar, solo hay que tener la voluntad y decisión de dictar las normas para hacer mucho más segura la actividad.