Eficiencia energética
El próximo 12 de octubre de 2018 las Estaciones de Servicio de Europa deberán anexar una referencia para que los automovilistas conozcan las características de los combustibles que cargan en sus vehículos
A partir del próximo 12 de octubre de 2018 llegarán a las Estaciones de Servicio de Europa el nuevo etiquetado sobre combustibles impuesto por la Unión Europea (UE). El objetivo de la iniciativa es mejorar la información suministrada a los consumidores a la hora de llenar los tanques de sus vehículos.
Con un sector automovilístico cada vez más cambiante y diverso, la iniciativa, que deriva de la Directiva 2014/94/UE, busca facilitar el conocimiento de los distintos combustibles existentes hasta ahora en el mercado.
Más allá de los coches eléctricos, existen cada vez más rodados que funcionan con las llamadas energías alterativas. Hidrógeno, gas natural comprimido o gas licuado de petróleo son algunos de los nuevos surtidores que están empezando a aparecer en las expendedoras del viejo continente.
La directiva pretende proporcionar un acceso más amplio en Europa a los “combustibles alternativos”, permitiendo a los conductores seleccionar el más apropiado para su vehículo de una oferta cada vez más amplia.
Por ello han diseñado una nueva serie de etiquetas de combustibles que serán comunes para todo el territorio de la UE, así como para los países del EEE (Islandia, Liechtenstein y Noruega), Macedonia, Serbia, Suiza y Turquía.
De esta forma, la etiqueta utilizada para la nafta será designada por un círculo. Dentro de este aparecerá la letra “E” que significa “etanol”, acompañada de un número que representa el volumen máximo de etanol que se recomienda utilizar y que estaría disponible en el surtidor. Así, la etiqueta “E5” significa que el vehículo puede utilizar nafta que contenga hasta un 5 por ciento de etanol.
La etiqueta utilizada para el gasoil será designada por un cuadrado que incorpora la letra “B”, que significa biodiésel. Los números que lo acompañan vuelven a significar la proporción máxima de biodiésel que se recomienda en un vehículo.
Por último, la etiqueta que designará a los combustibles gaseosos se representará por un rombo.
DÓNDE SE UBICARÁN
La etiqueta supone por tanto una herramienta visual para ayudar a los consumidores a verificar la selección del combustible apropiado para su vehículo. De esta forma, el conductor tan solo deberá asegurarse de que la etiqueta del surtidor coincide con la de su vehículo.
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