En épocas de crisis, las personas analizan cada vez con más atención los productos que eligen. El precio pasó a ser un factor crucial en la preferencia de los usuarios, al punto que los mini-mercados ya no venden tantas gaseosas o galletitas como solían hacerlo años anteriores.

Miguel de Paoli, operador de Shell en Chaco, observa cambios en el mercado. “muchos colegas están implementando promociones creativas, sobre todo lo que tiene ver con consumo rápidos: café con medialunas calentitas, pack de sándwich y gaseosa, distintas modalidades de tortas y bocaditos dulces acompañados en el desayuno”, entre otras.

Es la recesión de la economía la que está afectando la rentabilidad de las tiendas de conveniencia, puntualiza De Paoli, sobre todo por comercializar con importes más altos que en otros comercios que venden al por mayor. “Estamos viendo perder ventas de productos que habitualmente se vendían con mayor frecuencia”, lamenta.

Es en este escenario que el empresario valora la “creatividad” de las bocas de expendio. “En los últimos tiempos se incorporaron variedades de té que se pueden acompañar con otros alimentos”, contó. A priori, observa que está dando resultados: “es una manera de atraer clientes”.

“Las estaciones estamos tratando de mantener la rentabilidad en base a iniciativas creativas que apunten a consumos rápidos; por eso hay que estar muy atentos a lo que la gente pida, porque así como puede ser que esté de moda una determinada bebida refrescante, es necesario que la tengamos en la góndola lista para poder ofrecerla”, sostuvo.

En este sentido, destacó el surgimiento de nuevas franquicias y marcas especializadas en el manejo y administración de mini-mercados. “Vamos a tener que apuntar a ese tipo de servicio”, analiza. Velocidad y calidad, son los dos puntos que captan nuevos consumidores. Instalar restaurantes u otro tipo de adicionales no es para De Paoli una opción conveniente, en el actual clima de negocios.