Luego de haber cruzado algunas palabras con el Secretario de Energía, Javier Iguacel, el Vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, Pedro González, destacó que “la intención del gobierno nacional es que la actualización del transporte y distribución sea menor del 30 por ciento que teníamos previsto”.
Justificó el porcentaje no solamente en los dichos del funcionario, sino en que la tendencia en materia de gas es a la baja, debido a la sobreoferta que la Argentina está teniendo.
“No se esperan sobresaltos en los precios del metro cúbico, porque en CABA y Buenos Aires, ya tenemos firmados los contratos en pesos con las comercializadoras hasta el mes de abril del año que viene, cosa que nos favoreció doblemente tras el batacazo que dio el tipo de cambio”,expresó el directivo.
Respecto del interior del país, González manifestó que están en otra situación, “con un poco de incertidumbre” porque los contratos vencen en octubre, aunque descartó que el aumento del precio del GNC al público sea tal que se achique la brecha a favor que este combustible tiene con las naftas.
En todo caso, destacó que “un 22 por ciento en la distribución implica una pequeña suba de algunos centavos en el surtidor y de parte de los contratos de las comercializadoras, los estacioneros de las provincias deben esperar unos días sin alarmarse cuál será finalmente el cálculo que el Enargas y las empresas terminen de redactar”.
Además, la confianza en un precio “económico del GNC”, pasa también, como lo expresó González en que “si tomamos de referencia que para el caso de la generación eléctrica, el Gobierno bajó de 5,2 a 4 dólares, el millón de BTU”.
“Es de esperar que en nuestra industria suceda algo parecido, ya que somos consumidores planos, en quienes los productores siempre se muestran interesados”, afirmó.
En ese sentido, aclaró que “es preciso sacarle de la cabeza de la gente que el GNC es un combustible para la clase de menor poder adquisitivo y concientizar sobre la conveniencia de convertir el vehículo, no solamente para ahorrar mucho dinero en nafta, sino también, para mejorar los valores ambientales y la salud del motor”.