Ante la enorme carga tributaria que azota a las Estaciones de Servicio, que en gran medida se ven obligadas a pagar el mismo gravamen en ocasiones repetidas o abonar al fisco por un monto de dinero que no significa ganancia para la empresa y otras pymes que ven cercenada su posibilidad de inversión, el gobierno y la oposición ya tendrían, acordado avanzar en el Congreso con una pronta sanción a la reducción del Impuesto al cheque y además una reforma de los Ingresos Brutos.

Se busca “ir a un régimen fiscal que elimine impuestos distorsivos” y “acomodando” Ganancias y aportes patronales para 2022. “Necesitamos consistencia fiscal y tributaria, tener un tamaño del Estado mucho menor, para bajar el déficit fiscal y luego poder bajar impuestos“, agregó el Ministro.

Al ser consultado por surtidores.com.ar, sobre lo que implica para el estacionero que finalmente se derogue el impuesto a los débitos y créditos, el contador Sebastián Vázquez, quien asesora a la Federación de Entidades de Combustibles, comentó que “sería un alivio muy grande para los empresarios del sector”.

Justificó su opinión al explicar que “casi el 90 por ciento de la operatoria de las Estaciones de Servicio, pasan por las cuentas bancarias, para cumplir entre otras cosas con la Ley 25.413 antievasión”.

Al respecto, destacó que “los pagos hay que hacerlos por medios bancarizados para poder tomar los créditos fiscales y los gastos de impuesto a las ganancias, por lo que si se eliminan el 0,6 por ciento del monto operado tanto al ingresarlo como al extraerlo, mejorará significativamente la ecuación en beneficio del empresario de la expendedora”, señaló el experto.

Vale recordar que el año pasado, el tema fue tratado en diferentes comisiones de la Cámara de Diputados y los referentes de las Estaciones de Servicio reiteraron que “este impuesto al cheque castiga al que cumple y beneficia al evasor; es el peor impuesto que uno se pueda imaginar y en general se cobra en períodos de emergencia”, coincidieron en ese momento.