Con el fin de sintonizar el valor local del petróleo a los niveles internacionales, tras la firma de un acuerdo entre el gobierno nacional y el sector privado que se espera se concrete en los próximos días, las naftas aumentarán cuatro veces en el año durante 2017. La primera suba del 8 por ciento será en enero.

Este cronograma establece un esquema de revisión trimestral de precios en base a una fórmula que contemple los principales factores que afectan a los valores de los combustibles, entre los que se destacan la cotización del crudo, de los biocombustibles y del tipo de cambio.

Si bien el incremento no es una buena noticia para los consumidores, como la rentabilidad de las estaciones de servicio  está atada a las fluctuaciones del litro, termina  resultando  un paliativo para la economía de los expendedores. “Implica una mejora en tanto y en cuanto no afecte el consumo”, aclara el Secretario de CECHA Oscar Díaz.

Sin embargo asume que tampoco es la solución ya que existe un desfasaje muy amplio entre la magnitud del aumento y los costos operativos: “En 2016 la nafta subió 31 por ciento y la inflación 42, esta remarcación solo sirve para compensar en algo el retraso”.

En ese contexto, Díaz explica que esta situación impacta negativamente  en las bocas de menor caudal de ventas. “Las que despachan por debajo de los 300.000 litros apenas si llegan a cubrir los gastos”, observa.

Es por esta razón que el dirigente vuelve a poner el énfasis en la necesidad de que las petroleras mejoren  las comisiones. “Insistiremos porque consideramos que es la variable a mejorar” afirmó, aunque adelantó que en relación a que las compañías no atraviesan su mejor momento, “vamos a ser prudentes en el reclamo”.