Diferentes representantes de la política, la economía, defensa del consumidor y empresas pequeñas y medianas, se dieron cita en el Teatro Astros para elevar sus reclamos contra los sucesivos aumentos de los servicios públicos.
Es preciso destacar que tanto los pequeños dueños de estaciones blancas como el negocio de la venta de GNC tienen un alto impacto en el consumo de luz y a medida que siguen los aumentos, los operadores buscan hasta el último recurso que tienen para evitar despidos, suspensiones o cierres.
En ese contexto también se alertó sobre la escalada inflacionaria directamente relacionada con los incrementos de los precios de las naftas y el gasoil que deterioraron el poder adquisitivo del salario y de manera indirecta, afectaron las ventas de las Estaciones de Servicio con una caída “preocupante”, según los consultados.
“Los empresarios necesitamos que se implemente un sistema de tarifas justas porque una de cada cuatro pymes cerraron y dejaron de producir, lo que perjudica a la cartera de clientes de las Estaciones de Servicio que proveían de combustibles a sus respectivas logísticas”, expresó a surtidores.com.ar, el Presidente de los Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino, Leonardo Bilansky.
Dijo también que “como otros pequeños empresarios, en poco tiempo a los estacioneros que no tengan espaldas suficientes para soportar las dificultades del pago de las boletas de luz y gas, terminarán sin capital para poder mantener los gastos cotidianos del establecimiento”.
Agregó que “todas las instancias legislativas, judiciales y políticas están agotadas y el 90 por ciento de los empresarios pymes del país coinciden en que el denominado tarifazo, sumado a la salvaje devaluación y el disparo de las tasas de interés, solamente lograron una flexibilización laboral de facto, bajando la posibilidad de los trabajadores de hacer rendir sus sueldos”.
Además recordó que las consecuencias negativas de las tasas de interés, sumados a los plazos de pago de las tarjetas y la imposibilidad de cambiar cheques a plazo, es un flagelo que afecto a todos aquellos empresarios que como los estacioneros, generan empleo de calidad humana y familiar.