Pudo ser una tragedia
En Río de Janeiro, un incidente eléctrico en el sistema de iluminación de una expendedora destruyó un automóvil que estaba cargando combustible y aunque no hubo víctimas, despertó las alertas entre los empresarios argentinos. IMÁGENES EXCLUSIVAS
Las cámaras de seguridad de una playa de carga de una Estación de Servicio en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, captaron un espectacular accidente provocado por un cortocircuito en las lámparas de iluminación instaladas en el techo del establecimiento.
Claramente, las imágenes describen la explosión que se dio en la mañana del 27 de junio y que repercutió de lleno en uno de los automóviles que estaba conectado al surtidor que fue afectado por la onda expansiva.
Al caer parte de la mampostería y la estructura metálica de la Estación de Servicio, provocó daños de consideración del automóvil que estaba apostado en medio del proceso de carga. En ese mismo momento, la chispa provocó que el cilindro de GNC ubicado en el baúl del auto afectado explotara de manera completa, y prácticamente “desintegrara media carrocería”, con el susto y el desconcierto, que esto implicó para todo el personal que se encontraba allí en ese instante.
Más tarde pudo saberse que por fortuna, el conductor no estaba dentro del habitáculo al momento del siniestro por lo que salvó su integridad física, pero los daños en el automóvil fueron muy significativos tal cual lo muestra la foto adjunta.
LA PREVENCIÓN Y EL CUIDADO DE LAS REGLAS
Al ver estas imágenes, los especialistas y empresarios del GNC consultados por surtidores coincidieron en la importancia que tiene tanto para los clientes, como para los empleados, el respeto irrestricto de las reglas y las normas de seguridad.
“Es preciso hoy más que nunca estar atentos a las indicaciones mínimas para poder realizar la carga, como detener el vehículo, que todos los ocupantes desciendan y verificar que los aparatos eléctricos y luces del vehículo estén apagadas”, expresó el expendedor de Paso de los Libres Juan Carlos Blanc.
Además recordó que la oblea habilitante debe estar adherida al parabrisas, se debe verificar la vigencia y legitimidad de la misma y que las personas se deben ubicar en la parte de adelante del automóvil durante la carga.
En ese aspecto agregó: “ante cualquier tipo de duda que tenga el playero sobre la legitimidad de la oblea, tiene derecho a requerir al automovilista la Tarjeta amarilla donde se encuentran los detalles adicionales del equipo instalado, y para el caso de que el propietario no cuente con dicha tarjeta el empleado está vedado de cargarle”.
Finalmente insistió en la iniciativa de que “el representante técnico de cada estación lleve adelante la tarea de capacitar permanentemente a los empleados en materia de seguridad e higiene como un aporte fundamental al funcionamiento de la actividad”.
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Es muy raro el accidente. Eso en Argentina no podría ocurrir por cuanto el sistema eléctrico y las luminarias en una estación de carga de GNC son antiexplosivas.
No veo claramente que haya explotado el cilindro en el auto que estaba cargando GNC.
Los cilindros de GNC no explotan por una chispa, ni por fuego ni por presión en la carga.
Solamente si es un cilindro adulterado, que haya sido soldado y por lo tanto que no haya pasado una revisión quinquenal con una prueba de presión.