Luego del último incremento de las naftas, la Federación  de Entidades de Combustibles adelantó que profundizará sus reclamos para avanzar en el tratamiento parlamentario del proyecto de Ley para evitar el cierre de las Estaciones de Servicio instaladas en las fronteras de las provincias no alcanzadas por la exención al impuesto a los combustibles.

De acuerdo a lo explicado por el asesor contable de la entidad, Sebastián Vázquez, con el nuevo “naftazo”, se incrementaron automáticamente los precios al consumidor, acompañado de una mayor carga impositiva y un directo aumento de los costos fijos para el estacionero.

Estos ítems se profundizan en aproximadamente 300 establecimientos que hoy en día ven caer sus ventas en el sur de la Provincia de Buenos Aires a causa de su cercanía con otras bocas de expendio que por estar alcanzadas por los beneficios impositivos de la ley 27.209, sumado al nuevo precio del producto, quedaron “atrapadas” en una brecha mucho más amplia que los coloca en una posición de incompetitividad absoluta respecto de las estaciones que venden el combustible mucho más barato por estar libres de impuestos.

“La gente y el gobierno deben ser conscientes de que la suba del precio del combustible no es inocua si se tienen en cuenta el Impuesto a la Transferencia de Combustibles, como la Tasa Hídrica por Infraestructura y el Impuesto al gasoil, que suben en la proporción que les marca el porcentaje de la ley”, comentó Vázquez.

Por estas causas, en conjunto con algunos diputados de la oposición, la Federación presidida por Juan Carlos Basílico, volvió a insistir para que de forma “urgente”, se plantee la posibilidad de tener en cuenta dentro de la reforma impositiva integral que prepara el Gobierno nacional para un futuro muy cercano, la iniciativa por la cual se propone desactivar la exención a cambio de otorgar beneficios a los consumidores que carguen en la región.

Los asesores de FEC, transmiten diariamente el panorama que los empresarios pymes del sur bonaerense deben enfrentar a diario, “soportando con tristeza ver cómo los clientes de muchos años, cargan combustible en las expendedoras que están a muy pocos kilómetros de sus lugares porque venden a mitad de precio que el de ellos”.

Finalmente el especialista consideró que si el Estado nacional no comprende estas asimetrías y sus consecuencias sobre el trabajo de miles de personas, puede incurrir en violaciones de la sana competencia.