Ante la inquietud que se fue generando en la opinión pública sobre las incidencias que la disolución del barril de petróleo regulado pudiera aparejar en el bolsillo de los automovilistas y en segunda instancia, sobre los productos de primera necesidad que se valen del transporte; los estacioneros buscan quitar dramatismo al tema.
Es así que el Secretario de CECHA, Oscar Díaz comentó a surtidores que “si bien habrá ajustes en los precios finales de los combustibles, no hay que alarmarse ya que la incidencia del componente del barril es solamente una parte del costo final de los hidrocarburos” y dijo con convicción: “no es tan grave”.
Para el expendedor del Chaco, resulta muy simplista trasladar de manera directa el precio del crudo al litro de nafta o gasoil, ya que existen diversos e importantes costos internos, insumos dolarizados y otros ítems, que sumados a la carga impositiva, hacen al precio que paga el consumidor.
“Tengamos en cuenta que el año pasado, las paritarias se fijaron en el 42 por ciento, mientras que los combustibles, aumentaron solamente el 31, con lo cual, estuvieron por debajo de la inflación y esa diferencia, debimos asumirla los estacioneros pymes”, expresó Díaz.
Afirmó que “difícilmente vaya a darse un abuso de las petroleras en cuanto a los precios al público, ya que el 55 por ciento del mercado lo domina YPF, cuyas decisiones pasan por el Gobierno Nacional, a la vez que siempre que se deciden aumentos en el surtidor, previamente se sientan para acordar precios similares todas las compañías que operan en Argentina”.
Asimismo se refirió al tema impositivo, que al momento de calcular el costo, resulta de fundamental implicancia y recordó que seguramente el Ministro de Energía avanzará en la intención de modificar el ITC, para que deje de regirse a través de un porcentaje y sea calculado con una cifra fija, por lo cual, el efecto del impacto “se verá amortiguado en la ciudadanía”.
Por último, descartó que el flagelo de la venta directa a que sufren los expendedores y que los lleva a estar en inferioridad de condiciones para competir con sus proveedores, vaya a incrementarse o a tener cambios que los favorezcan.
“No hay que olvidar que la liberalización del mercado también alcanza a la importación y exportación de combustibles, por lo que, cualquier compañía podrá ingresar al país para venderlos a precio libre y esa situación mantendrá en regla a los valores mayoristas locales, como ocurre con cualquier otro producto comercial”, puntualizó Díaz.