“Seguramente el impacto más fuerte se dará en el bimestre julio-agosto, aunque se verá amortiguado por el hecho de que será en un período del año de las PASO, por lo cual, los aumentos tratarán de ser evitados por causas políticas”, expresó a surtidores.com.ar, el Lic. Alejandro Einstoss, quien se desempeña como Director del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi e integra un centro de control de servicios Públicos en la Universidad de Belgrano.
Al respecto, el especialista energético, calculó que “el aumento del gas en boca de pozo hará que las bocas de expendio tengan un incremento en sus facturas como usuarios que quedaron por fuera de la Resolución 212/16, y no tendrán el tope del 500 por ciento”, por lo cual, en el caso de la factura de servicio público, incidirá en los costos fijos del negocio, según su entender.
Aseveró que el incremento de octubre 2016, que implicó un importante aumento en el precio del gas incluido en factura, pudo no haber sido percibido en su totalidad ya que impactó en los bimestres de menor consumo estacional.
“El consumo del invierno 2016 –uno de los más rigurosos del último medio siglo– fue facturado utilizando el cuadro tarifario vigente en mayo 2015, luego que la Corte Suprema de Justicia en agosto de 2016, dejara sin efecto el aumento de tarifas propuesto por ENARGAS en abril del mismo año”, explicó.
También opinó que “de esta forma, el próximo invierno los usuarios residenciales veremos valorizados nuestros consumos con tarifas sustancialmente más altas a las del invierno 2016, que reflejarán aumentos interanuales superiores al 400 por ciento para las categorías más bajas”.
Recordó que “a partir de octubre de 2016, el precio promedio pagado por la demanda de gas –Industrias, Usinas, GNC, Usuarios Comerciales y Residenciales– fue en promedio de US$/MMBTU 3,97, mientras que el precio recibido por la oferta fue de US$ 5,22 MMBTU (en 2017 se estima en US$ 5,64 / MMBTU)”.
Por otro lado, se refirió a la facturación del producto que se expende al público y adelantó que si bien por ahora no se sentirá, sin embargo, a nivel interanual, la diferencia será “considerable”, dijo, porque “habrá un efecto contaminante en la sensación térmica del precio”, respecto de octubre de 2016 y lo relacionó con el “past thrue” o transferencia directa de costos.
A estos puntos, agregó el Profesor titular de Regulación de Servicios Públicos de la UB que “se le sumará la distorsión por la carga impositiva”.
EL FUTURO DEL GNC DEPENDE DEL DESARROLLO DE VACA MUERTA
El analista respondió al ser consultado sobre las posibilidades reales de que la industria del GNC recupere su esplendor perdido el año pasado, con la siguiente reflexión: “El futuro del GNC depende del desarrollo de Vaca Muerta que promete llevar a cabo la gestión de Gobierno”.
Agregó que si los yacimientos de gas no convencional comienzan a crecer y producen excedentes de gas, seguramente en el largo plazo, por la ley de oferta y demanda, regresará el incentivo de precios que favorezca al gas vehicular, respecto del valor de los líquidos.