Si bien al momento desde el SOESGyPE no hubo un aluvión de casos de despidos y suspensiones relacionados directamente con la crisis de abastecimiento y precios que están sufriendo las estaciones denominadas “sin bandera”, la entidad que encabeza Carlos Acuña comenzó su accionar legal en defensa de los puestos de trabajo.

Vale recordar que a medida que el precio de los combustibles líquidos fue aumentando, el desabastecimiento y los cupos en la red de comercialización de las principales petroleras fue en ascenso aunque está normalizándose paulatinamente.

Sin embargo, no ocurre lo mismo para las 800 estaciones blancas de todo el territorio argentino, las cuales todavía pasan días sin recibir entrega y en otros casos, cuando encuentran algún distribuidor que lleve producto, deben abonarlo hasta un 20 por ciento más caro que aquellos colegas de banderas oficiales.

Sucede que en los últimos días, el mercado mayorista de combustibles, actualizó los valores de acuerdo a los cálculos de las compañías con la intención de balancear lo que consideran “atraso de precios minoristas”, por lo cual, los estacioneros consultados coincidieron en que con los nuevos precios, los costos superan los valores de venta.

De esta forma, el panorama se tornó muy complicado para ese grupo de bocas de expendio, que tienen menos combustible para despachar, con el agravante de tener que venderlo mucho más caro que las demás, lo que provoca una caída en la actividad que hace peligrar a los negocios.

“Es realmente preocupante la situación de cientos de trabajadores que pertenecen a este tipo de Estaciones de Servicio, por eso en pocos días recurriremos a la Justicia Civil y Comercial, para denunciar este problema, para que a través de una acción de amparo, se inste a que los jueces intimen a las petroleras y al Estado nacional para que entreguen nafta y gasoil a todas las expendedoras con las mismas condiciones sin hacer diferencias”, expresó a surtidores.com.ar, el asesor letrado del SOESGyPE, Enrique Rodríguez.

Al respecto, Rodríguez alertó que los delegados gremiales son conscientes del peligro latente de desempleo que corren los afiliados que trabajan en las estaciones blancas que ya pasaron muchos días sin tareas debido a la falta de producto para despachar y ahora las que consiguen mercadería, no la venden por ofrecerla a un precio mucho más alto que la competencia.