Si bien la situación dista y mucho de los tiempos en los que el corte de la cadena de pagos causó un daño irreparable en las finanzas de muchas Estaciones de Servicio y con ello su cierre inevitable, algunas incipientes señales de coyuntura económica pusieron en alerta a más de un expendedor.

Fuentes del sector aseguran que se han extendido notablemente los plazos de pago por la carga de combustibles en cuentas corrientes y que además ha crecido la cantidad de cheques rechazados, tal como corrobora un informe del BCRA, que reveló un incremento del 50 por ciento.

En este sentido muchos estacioneros comenzaron a tomar previsiones, reduciendo los períodos de cobro en algunos casos y discontinuando la provisión a los clientes de cumplimiento irregular. Otros, pusieron el foco en las empresas que prestan tareas en obras públicas, debido a la advertencia de un posible recorte en el presupuesto asignado o el endurecimiento  del cobro de las certificaciones.

Sin embargo, Oscar Díaz, Secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos (CECHA), asegura que por el momento no hay motivo de preocupación. “Hay casos puntuales, no lo vamos a negar, pero no es una cuestión generalizada”, sostuvo.

Donde Díaz puntualiza que existe un problema es con las tarjetas de crédito, ya que el monto de la carga de combustible recién se acredita a los 28 días. “El costo actual del dinero es disparatado y no es posible que los bancos se tomen ese tiempo para pagarnos”, precisó.

Vale destacar que YPF está excluida de esta modalidad ya que según acuerdo entre la compañía y la tarjeta Visa, las operaciones se hacen efectivas a las 48 horas. “El problema es para quienes comercializan productos del resto de las marcas”, puntualizó el directivo.