Naftas, gasoil y GNC
De acuerdo a un relevamiento empresario al que accedió surtidores.com.ar, entre julio de 2015 y mismo mes del año en curso, las expendedoras promediaron un 8 por ciento menos de ventas. El gasoil sufrió una modificación sustancial en las zonas rurales. La ley Pichetto produjo desfasajes en zonas bonaerenses.
Inflación, tarifazo y recesión, fueron oscureciendo el panorama de las Estaciones de Servicio, que en línea con otras actividades comerciales vieron mermar sus ventas de manera significativa.
El caso más especial se da en zonas de la Provincia de Buenos Aires, donde el volumen vendido se incrementó en algunos establecimientos, en perjuicio de la caída de otras estaciones a causa de la diferencia provocada por la exención del ITC, con desfasajes de hasta un 60 por ciento menos de ventas entre las que tienen ITC y las que no lo tienen.
Esta encuesta, supera el dato oficial que en todo el país publicara el Ministerio de Energía de la Nación, el cual que marca un retroceso del 7,2 por ciento. Y si se dividen los meses, se muestra que abril fue el peor segmento con una baja del 12,5.
En la zona del Centro del país, se produjo el fenómeno del traspaso de ventas minoristas hacia los proveedores mayoristas, que afectó seriamente a las Estaciones de Servicio rurales, cuyo producto más vendido era el gasoil y que perdieron competencia contra las estrategias de venta directa al agro de las petroleras y distribuidoras.
En ese orden, las fuentes empresarias destacan que la demanda de nafta súper creció entre los consumidores medios que antes solían cargar el combustible Premium, especialmente en la Capital Federal, donde el precio se estabilizó en $17, 5 de promedio.
La caída en la comercialización del gasoil G2 “se dio en todos los meses, pero el máximo fue en abril con una baja del 23,1 por ciento, mes en el que se registró una caída de demanda de todos los combustibles de entre 3 y 6 por ciento, según el producto, que no había sucedido durante los primeros tres meses del año, salvo en el gasoil G2”, enfatiza el documento.
Por otro lado, el sector del GNC resultó el más perjudicado debido al achicamiento que el precio del m3 sufrió con respecto a la nafta y el gasoil. En este caso, el proceso de caída comenzó en diciembre y hasta julio llegó al 5,6 por ciento, por el aumento del valor de GNC y el impacto en la demanda.
El panorama cambió también para las denominadas “duales”, las cuales muchas veces “subsidiaban” la pérdida de rentabilidad de los combustibles líquidos, porque ahora deben afrontar una doble caída de ventas además del considerable aumento de costos y cambios de facturación.
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