A más de seis meses de la reunión formal de los expendedores bonaerenses con funcionarios del Ministerio de Hacienda, en la cual hubo un compromiso de contemplar la modificación de tributos que los empresarios consideran nocivos para la rentabilidad de las Estaciones de Servicio, los dirigentes elevaron una nota para que Marcos Peña tome cartas en el asunto y se logre el cambio exigido

La Federación de Entidades de Combustibles el pasado viernes, decidió endurecer su reclamo por la modificación de la norma que grava con aportes de ingresos brutos a las cuentas y  volver a la carga para que el gobierno tenga el mismo trato que en ese aspecto se les dio a las empresas cerealeras.

Vale recordar que recientemente, un Decreto (el 377/2017) eximió de la aplicación del polémico gravamen a las grandes compañías de cereales, lo cual despertó en el sector la posibilidad de que “se les brinde dicho beneficio también a las pymes expendedoras”, hecho que ya había sido pedido a los laderos del Ministro Nicolás Dujovne.

Además pidió que se reduzca la alícuota del impuesto a los débitos y créditos y que las autoridades dispongan el regreso al anterior sistema con cuentas bancarias de uso exclusivo, beneficiadas con una alícuota reducida en la Ley 25.413, de Impuestos  sobre Créditos y Débitos en Cuentas Bancarias.

“Necesitamos que las bocas de expendio de combustible independientes, que somos parte del colectivo de pymes que brinda trabajo genuino al 80 por ciento de la población, podamos dejar de estar ahogadas por este impuesto, que nos  significa una carga sobre cuentas que no representan ganancia alguna para nosotros”, fueron las palabras de Juan Carlos Basílico, titular de la entidad.

Los asesores de la Federación, quieren que Peña entienda que sobre la comercialización minorista de combustible recaen, a la vez, varios regímenes de recaudación , como el de percepción sobre las compras de combustibles líquidos, el régimen de retención sobre las liquidaciones de tarjetas de débito y crédito, y el régimen de percepción sobre acreditaciones bancarias.

Queda claro que no es intención de los estacioneros “dejar de pagar impuestos”, sino que el gobierno reflexione sobre la denominada “superposición de gravámenes” que según los empresarios pymes, se produce de manera muy fuerte en la provincia de Buenos Aires, ya que además se carga sobre el precio en surtidor, una serie de tasas municipales, que elevan el monto de facturación, aunque no incide en la rentabilidad final del negocio.