Les conviene comprarle a las abanderadas
El incremento del valor de las naftas y el gasoil que se dio a partir del 28 de septiembre, hizo que los proveedores de combustibles independientes como así también las expendedoras que no tienen contrato con petroleras, aguarden con ansias que después de las elecciones finalmente se eleven los valores al surtidor
Como van las cosas, parecería que el mercado de los hidrocarburos en Argentina vive un desorden especial que provoca que cuando se modifica alguno de los ítems establecidos en la actividad, automáticamente haya alguno de los actores implicados que sientan perjuicios inmediatos.
Mientras que las Cámaras de empresarios de Estaciones de Servicio, junto con el Sindicato vienen insistiendo con la necesidad de una ley que proteja a la cadena minorista y el Estado controle la denominada venta directa, que según los pymes “atenta contra el sector”, el gobierno avanza en la liberación del precio del barril y deja la puerta abierta a nuevos incrementos al consumidor.
En este caso, como a nivel mayorista siempre manejaron los precios de manera liberada, tras el cambio de política sobre el crudo internacional, los valores tomaron impulso y aumentaron un 12 por ciento, para que el gobierno pudiese sostener los precios al público hasta después de los comicios de octubre sin alterar el ánimo popular.
Si bien desde las autoridades no aseguran que los automovilistas deberán pagar más por litro de combustible tras los resultados de las urnas, muchos especialistas advierten que será muy difícil que un mercado liberado baje los precios en un sistema oligopólico como el argentino.
Un sondeo de surtidores.com.ar, demostró que en este caso, los perjudicados resultan los dueños de las bocas de expendio “Blancas” que están recibiendo el gasoil grado 2 a 16 pesos el litro, la súper a 18,5 y la nafta premiun a 20,5, sin contar los impuestos y el flete, lo que significa un promedio de 1 peso menos que lo que las petroleras le despachan a los operadores de sus respectivas marcas.
“Este mes se está dando el fenómeno que las estaciones blancas están comprando combustible mayorista a sus colegas de bandera y el agro está vendiendo gasoil a 16 pesos el litro, generando un verdadero desorden”, dijo un distribuidor mayorista.
Los estacioneros consultados coincidieron en que con los nuevos precios, los costos igualan o superan los valores de venta, por lo que “no llegamos a sostener el negocio”, a la vez que esperan que el combustible minorista suba su precio lo antes posible.
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