La situación del combustible gaseoso
El titular de la Cámara de Expendedores de La Pampa advierte sobre el crítico panorama que atraviesa la industria en el centro y sur del país, zonas con exenciones impositivas a la comercialización de combustibles líquidos que presentan una diferencia de precio en surtidor con el GNC de apenas 4 pesos.
A principios de año, el Congreso aprobó una ley para establecer la exención del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) en Neuquén, Río Negro y La Pampa y las localidades de Carmen de Patagones (Buenos Aires) y Malargüe (Mendoza).
Se sumaron a las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, que ya gozaban de este beneficio al consumidor. Actualmente, existe en la Cámara de Diputados varias iniciativas que proponen extender los estímulos fiscales a otras regiones, principalmente, Norte y Cuyo.
A raíz de esta normativa, Miguel Ripa, presidente de la Cámara de expendedores de combustibles, lubricantes y afines de La Pampa (CECLA) explica que se acercó tanto el precio de la nafta súper con el GNC que “hoy no es tentador convertir el vehículo; primero porque los equipos no son baratos y además porque el rendimiento ya no es el mismo”.
Recuperar la inversión de un sistema que cuesta entre 15 y 25 mil pesos – varía en función de la tecnología y el tubo de almacenamiento – demora mucho tiempo, por lo que sólo los usuarios que recorren largas distancias por día, como taxis y remises, seguirán apostando por el GNC.
En este escenario, Ripa asegura que en las estaciones de servicio “los niveles de ventas van a ir cayendo indefectiblemente”. Todavía no se siente el impacto, pero alerta que “en dos años el mercado del GNC puede desaparecer”.
Así las cosas, Ripa plantea a las autoridades rever “la distorsión de impuestos nacionales”. Ampliar exenciones al GNC es una alternativa para las regiones Centro y Patagonia, aunque no la solución definitiva para la sustentabilidad del negocio en el mediano y largo plazo.
“Si no hay un cambio de la política en esta diferencia entre productos, en dos años, si el mercado no está muerto va a estar languideciendo”, sentenció.
Como primera medida, Ripa solicita al Gobierno que se vuelva a separar la facturación del gas en boca de pozo de la distribución y transporte, como ocurría antes de la actualización del cuadro tarifario por parte del Ministerio de Energía y Minería que dirige Juan José Aranguren.
Acivar/desactivar voz
Leer página