¿Elección u obligación?
Totalizan la quinta parte del mercado expendedor y son solo superadas por YPF en cantidad de bocas. Sin embargo y a diferencia de otros países, al no contar con suficiente respaldo para negociar mejores condiciones comerciales, la mayoría resiste a la espera de un cambio
En nuestro país existen 4912 Estaciones de Servicio. La mayoría (3.102) ofrecen solo combustibles líquidos, 1.227 son duales, 560 son exclusivas de GNC, en tanto que 3 despachan Gas Licuado Automotor. Los datos pertenecen al último relevamiento efectuado por el Ministerio de Energía según se puede constatar en los registros que exige la Resolución 1102/04.
La cantidad detallada debe atender la demanda de un parque de 12.503.920 vehículos (incluyendo automóviles, comerciales livianos y pesados). Los automotores convertidos a GNC son el 15,5 por ciento del total circulante, a nafta el 49 por ciento y el 35,8 restante corresponde a la flota diesel incrementada en el último año principalmente por la incorporación de vehículos comerciales, según puntualiza la Asociación de Fábricas argentinas de componentes (AFAC)
La líder es YPF, con 1.479 puntos de venta repartidos en toda la geografía nacional, el segundo escalón le pertenece a Shell, con 611 y el tercer lugar del podio lo ocupa AXION energy con 504. Oil se sitúa un poco más abajo con 286 expendedoras, seguida por Pampa con 268; Refinor, 66; PDVsur, 30 y Puma 13 establecimientos.
La cifra representa el total de los comercios que despachan combustibles “abanderados”, sin embargo 1.040 no llevan ninguna de las marcas que representan a las petroleras tradicionales. Este segmento, el de las denominadas “blancas”, totaliza la quinta parte del mercado, una porción que envidiaría cualquier compañía de las que participan del negocio minorista de los hidrocarburos.
¿Elección u obligación? Para la mayoría de los empresarios “sin bandera” ostentar esta condición fue consecuencia de un destino “forzoso”, provocado por la no renovación de un contrato que anteriormente los ligaba comercialmente a una de las grandes empresas, a consecuencia de un bajo caudal de ventas.
Sin embargo, la liberación de los precios del crudo podría cambiar el escenario de los estacioneros. Manuel García, Presidente de la Asociación Estaciones de Servicio Independientes, recuerda que en los 90 “ser blanco fue un muy buen negocio”. En ese sentido, si bien en un primer momento se mostró crítico de este nuevo modelo, ahora afirma que “hay que esperar para ver que sucede”.
García se enfoca en la competencia que se desatará tras la decisión del Estado de abandonar el control que ejercía sobre la conformación de los valores en el surtidor. “Los importadores seguramente pondrán los ojos en nuestro canal, quizás sea la oportunidad de revertir tantos años de oscuridad”, se esperanzó el directivo.
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