Rentabilidad en baja
En Uruguay se estableció un nuevo régimen de bonificación para las bocas de expendio, por el cual la petrolera estatal beneficiará a las estaciones más chicas en desmedro de las más grandes. El cálculo deja en claro las diferencias existentes entre ambos países en el sector minorista de combustibles.
Uruguay es actualmente el país que tiene el precio de las naftas y el gasoil más alto de la región a pesar de que importa todo el crudo que refinan las petroleras que allí operan. Sin embargo la empresa estatal ANCAP atraviesa un período de rentabilidad acotada que obligó a sus directivos a tomar decisiones para mejorar su beneficio.
Es por ello que la compañía y el Ministerio de Industria presentaron un nuevo modelo de distribución de combustibles para reducir los costos del ente petrolero y hacer más equitativo el panorama entre estaciones de servicio.
Su presidenta Marta Jara, explicó que “nos interesa resaltar la enorme disparidad que hay en el ingreso que reciben las distintas estaciones de servicio en función del volumen que venden. Pocas estaciones son las que venden la mayor cantidad del volumen. La bonificación que reciben por litro es la misma, ya sea que vendan pocos litros o muchos litros. Todos sabemos que como en cualquier negocio hay economías de escala y en este caso no están consideradas”, explicó.
Este mecanismo consiste en reducir gradualmente las bonificaciones que reciben las estaciones de servicio, considerando tres franjas según el combustible vendido: hasta 30.000 litros, entre 30.000 y 150.000 y más de 150.000 litros.
Jara planteó en grandes números cuántas estaciones se verán beneficiadas y cuántas afectadas por el nuevo modelo de distribución: “Alrededor de unas 60 estaciones, que son las más chicas, van a ver que sus ingresos aumentan aproximadamente un 5 por ciento. Las del medio, unas 250 a 300 estaciones, en ese nivel no van a ver ninguna diferencia. Las que van a ver un impacto son las que están en la franja de estaciones que más venden”, señaló.
Es así que explicó que “una estación que venda 60.000 litros al mes, suponiendo que vende mitad y mitad, si recibía de bonificación 294.000 pesos uruguayos al mes, ahora va a recibir 308.000. Una estación que vendía 100.000 litros al mes, si recibía 490.000 pesos al mes de bonificación va a recibir 504.000. Y una estación de las más grandes, de las 400.000 litros al mes, si recibía 1.900.000 pesos por mes, va a recibir 1.500.000. Estamos hablando de este tipo de medidas”, cuantificó.
El detalle brindado por la directiva de la petrolera remite inevitablemente a la comparación con la situación de las expendedoras de nuestro país. Es en este sentido que se puede corroborar que en el caso de los comercios con menor caudal de ventas y que comercializan combustibles bajo el esquema de consignación, la diferencia en las comisiones es del doble, lo mismo sucede con las medianas y en el caso de las grandes, es de más del 30 por ciento.
Este sin dudas es la razón por la cual Argentina presenció la sangría de surtidores más importante del continente durante la última década, especialmente en las grandes ciudades, donde el valor inmobiliario de los terrenos se impuso a la rentabilidad y sus propietarios optaron, en muchos casos, por desprenderse de ellas.
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Desde hace décadas el estado utiliza a las eess (entre otras cosas) como entes recaudadores.En las malas, las empresas operadoras, se desangran pagando impuestos. Lástima no poder recibir de partre del estado el trato especial que le dieron a Cristóbal!
Es bueno que se ayude con mejores condiciones a las eess que por cuestiones de ubicación, tamaño o porque son necesarias en una localidad de pocos habitantes, pero bajarle las comisiones a quienes venden bien es injusto pueto que los gastos son siempre proporcionales a las ventas.. una estación de 60000 litros tiene 01 empleado por turno,cuando una de 600000 tiene minimo 03.. gasta mas energía, mantenimiento, etc