Tanto el sindicato como el sector empresario tendrán que ceder en sus posiciones para cerrar un porcentaje de cara al período septiembre-marzo sin terminar en un conflicto.

Es que desde el punto de vista de los trabajadores, la inflación superó el 24 por ciento del primer semestre con una proyección que podría alcanzar el 40 por ciento anual, y por el lado de los estacioneros cayeron los despachos en un promedio del 12 por ciento en medio de un ajuste tarifario, lo que terminó impactando directamente en la rentabilidad.

Oscar Díaz, Secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA) anticipa que la propuesta para la Federación de trabajadores (FOESGRA) será resuelta en la próxima reunión del Consejo Directivo, a realizarse el 16 de septiembre en la provincia de La Pampa.

“Hay que tener en cuenta que en lo que va del año el combustible subió un 31 por ciento”, explica. Con un ajuste del 7 por ciento, las bocas de expendio ya quedarían desfasadas. Por su parte los empleados pretenden como mínimo mantener el poder adquisitivo que tenían el año pasado.

“Se complica la paritaria porque no sabemos dónde vamos a estar parados a final de año”, lamenta Díaz, en función del freno en los surtidores que dispuso el Ministerio de Energía y Minería días atrás en una audiencia con tres petroleras de peso en el negocio.

“Si por un lado no suben las comisiones y cae el consumo tenemos un cóctel peligroso”, advierte en contacto con surtidores.com.ar.

El panorama es aún más adverso para los comercios de GNC, dado que entre impuestos e incrementos del gas en boca de pozo tuvieron que disminuir sus ganancias para no acercar tanto el importe al público del metro cúbico con las naftas.

En esta oportunidad según anticipa Díaz las conversaciones con el gremio serán representadas por Carlos Gold, en su carácter de presidente de CECHA.