El local Shell de Sabatini no es uno más: adopta una lógica moderna y basada en la responsabilidad social empresaria. Se ubica sobre la transitada Avenida San Martín de Rosario a la altura del 3700. Todos los años, el operador pone en marcha campañas de promoción que apuntan al cuidado del medio ambiente siempre con la participación de los consumidores.

El expendedor aprovecha la gran circulación de personas sobre el surtidor para enseñar sobre el uso eficiente de la energía y la importancia de separar los residuos sólidos urbanos, distribuyendo folletos de concientización, organizando sorteos y premios.

Para Sabatini la estación no deja ser un negocio, pero le gusta que funcione a modo de escuela. Por eso junta tapitas de gaseosas, utiliza papel reciclable y ahora tomó la decisión de retirar todos los vasos de plástico del local para reemplazarlos por materiales no contaminantes.

Sobre las acciones desarrolladas en los programas de la municipalidad de Rosario que le permitieron obtener un reconocimiento, explicó: “realizamos actividades de capacitación; se definió un responsable del proyecto de eficiencia energética en la empresa y se realizó un relevamiento y diagnóstico sobre potenciales mejoras”.

Gracias a las medidas implementadas destaca haber reducido un 20 por ciento el consumo de la energía eléctrica, principalmente por la utilización de luminarias LED y sensores de movimiento que activan el encendido sólo cuando hay personas en el baño, en la cochera y los depósitos.

Y como enseñanza a los usuarios destaca: “Hicimos también sorteos sustentables: luminarias de bajo consumo, bolsas reutilizables no contaminantes que si bien son premios simbólicos, la gente se engancha y aprende; lo hago porque me gusta y encima se valora”.

Desde el punto de vista económico también aclara que “son una sumatoria de acciones que en conjunto dan resultados”. Tal es así que de cara al futuro Sabatini analiza instalar un sistema solar fotovoltaico sobre el techo para auto-generar su propia energía.