Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) indica que en los primeros cuatro meses del año las ventas en bocas de expendio cayeron 13 por ciento promedio a nivel país.

El producto más afectado fue el gasoil grado 2 como consecuencia de la recesión económica y el surgimiento de nuevos distribuidores mayoristas que siguen copando el mercado, despachando combustible importado con precios más bajos. En muchas provincias, incidió la caída de la obra pública.

“El consolidado de los primeros seis meses – incluyendo mayo y junio – va fluctuando según la zona, pero en general la merma se ubica entre 12 y 15 por ciento”, señaló Gold. Así resultó de un relevamiento realizado por la entidad.

De acuerdo al estudio, Gold concluyó: “sabemos que una estación de servicio que opera bajo la modalidad de reventa, con un valor de 250 m3 mensuales, está en situación de riesgo”. Con este nivel de actividad operan sobre el punto de equilibrio, es decir, sin ganar ni perder dinero.

En cuanto a los expendedores que tienen contratos en consignación, con bandera YPF, agregó que para empatar los egresos se necesita despachar 450 m3/mes. Por eso, si se tiene en cuenta que el 51 por ciento vende menos de 250 m3, Gold alerta que el panorama también es de gravedad.

“Fue un primer semestre difícil, porque nuestro sector fue objeto de uno de los mayores ajustes. Era algo que sabíamos que se iba a dar, por los distintos factores que hacían que se valorice el precio del combustible. Tuvimos que soportar una retracción de la demanda, que si bien en los primeros cuatro meses no fue tan importante, se agudizó en mayo y junio”, analizó en contacto con surtidores.com.ar.

Y explicó que “una reducción del consumo, sumado al incremento de mayores costos siempre impacta negativamente, a pesar de que hubo un aumento del precio en surtidor del 30 por ciento acumulado. Eso significa que prácticamente la mayor utilidad que puede haber generado, se neutralizó”.

A pesar de este presente, Gold prefiere esperar con expectativas el futuro del negocio: “lo único que hay que hacer es mirar con optimismo el segundo semestre porque en un escenario de mayor estabilidad el consumo va a volver a aumentar”.

En el actual contexto, Gold está enfocado en resolver con carácter de urgencia la problemática de los comercios de GNC, tema que domina la agenda. “Estamos teniendo un diálogo fluido con el ENARGAS”, destacó, por lo que se espera definiciones en los próximos días sobre el pedido de rebaja de impuestos.

También se está analizando pedir audiencias con directivos del área comercial de las petroleras, para consultar sobre nuevos actores que ofertan combustible que sería importado a empresas de transporte, del agro y la industria, con importes “fuera de mercado”.