Sin cambios en los índices de consumo
A pesar del aumento de las instalaciones en los automóviles, las expendedoras todavía no sienten el impacto en las ventas. Reclaman que las automotrices retomen el lanzamiento de unidades con equipos a gas
“Los números de incremento en la cantidad de conversiones son reales y de hecho, en estos últimos meses, los talleristas de GNC nos transmiten sus buenas expectativas por el futuro de la industria, pero si vamos a los hechos puntuales, todavía las largas colas en las estaciones duales son para cargar nafta”, comentó el Vicepresidente de la Cámara de Estaciones de GNC, Pedro González.
El empresario, quien además es especialista en los porcentajes que hacen a la actividad y analiza la realidad del sector con conocimiento de causa, “no se explica” los motivos por lo cual a pesar del gran aumento de vehículos que transfieren sus motores a GNC, el panorama en las estaciones no cambia.
“Vale solamente pasar por las Estaciones de Servicio YPF del Automóvil Club Argentino que son duales y ver que las largas filas corresponden a los socios del ACA que se ahorran un 5 por ciento en la carga de nafta, mientras que el sector del GNC, se compone únicamente de taxis y algún que otro auto particular”, dijo.
Especuló que el hecho podría llegar a pasar por la “gran dispersión de estaciones de GNC que hay en todo el país, especialmente en CABA y GBA, donde se concentra el 40 por ciento del total de los establecimientos”, comentó González.
Pero sin embargo, no lo dio como un hecho científicamente comprobado, a la vez que expresó su desacuerdo con las automotrices que hace varios años dejaron de fabricar unidades con equipos de GNC incorporados de fábrica.
Comparó el hecho con países de Europa, donde los automóviles vienen con gas desde su origen. “Es hora de que haya una política más fuerte de parte de las autoridades para concientizar sobre los beneficios del uso del GNC, que hoy en día, comparado con el precio de los líquidos, redunda en un ahorro sin par para el mercado automotriz”, explicó.
En ese sentido detalló que “en un auto mediano, el ahorro mensual supera los 3 mil pesos y a medida que siga aumentando el combustible líquido, ese ahorro será mayor, a la vez que la cuota de un equipo de última generación ronda los 2 mil pesos mensuales, lo que prácticamente equivale a la carga de un tanque de nafta Premium”.
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