Según revelan las estadísticas oficiales con el paso del tiempo sólo van quedando las bocas de expendio grandes, con servicios variados y ubicadas en zonas estratégicas. El resto, las históricas, familiares y del interior del país, han sido relegadas, perdiendo despachos y capital de trabajo.

En este escenario, conseguir préstamos que permitan modernizar los locales y ampliar la playa de carga y el mini-mercado, es un aspecto vital para permanecer en la actividad.

Así lo entiende Walter Costa, directivo de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA). “La tasa que ofrecen los bancos privados no se condice con la renta del negocio”, sostiene en contacto con surtidores.com.ar.

Por eso, sigue con atención las gestiones que la entidad está realizando con el Banco Nación para incluir a las Pymes en el nuevo programa que lanzó para motorizar inversiones de mediano y largo plazo.

El organismo de crédito nacional establece una propuesta más conveniente que las que regían anteriormente, destinada exclusivamente a micro, pequeñas y medianas empresas: ofrece una tasa fija del 15 por ciento, con un plazo de 36 meses y un año de gracia para el pago de capital.

“La línea que está tratando de conseguir CECHA es muy importante por todas las obras que hay que hacer”, destaca Costa.

Con estos fondos entiende que los operadores minoristas podrán hacer frente a las reformas edilicias que plantean las petroleras para renovar imagen y cartelería. También a los comercios blancos que buscan nuevos nichos, incluso la compra de camiones para distribuir gasoil al agro.

El monto máximo que establece este nuevo proyecto del Nación es por hasta 10 millones de pesos, cifra que permite incorporar nuevos sistemas de gestión, luminarias LED, renovar surtidores, entre otras transformaciones arquitectónicas imprescindibles para competir en el mercado.