En la provincia de La Pampa se viene realizando una campaña de concientización desde principios de año, donde la CECLA y el Ministerio de seguridad han sido los actores que tomaron la iniciativa. Días atrás concejales de la ciudad de General Pico pusieron a tratamiento un proyecto de ordenanza que prohibiría el expendio de nafta a los motociclistas que no utilicen casco.

El  representante de los expendedores de La Pampa, advirtió a surtidores.com.ar que los empresarios no coinciden con la aplicación forzosa de una ordenanza municipal; “es un problema que pretendan delegar el rol de policía a los empleados y empresarios de las estaciones de servicio, no ha funcionado en el pasado y es complejo de sostener en el tiempo”. De esta manera, dejó en claro que imponer mediante una ordenanza, la prohibición de vender nafta a quien no tenga casco “no es posible”. Hay que trabajar en la concientización y educación, para que el cambio sea a conciencia y estructural.

Informó que el presidente de la Cámara, Miguel Ripa, concurrió el viernes pasado al Palacio Municipal de General Pico, acompañado de varios titulares de estaciones de servicio locales, donde se entrevistaron con la secretaria de Gobierno, María Belén Lavechia, y concejales del medio. Allí analizaron la ordenanza propuesta en el Consejo de Seguridad y que ya presentó el bloque Cambiemos Propuesta Federal. “Fue un encuentro fructífero, donde cada parte expresó su punto de vista al respecto, nos pusimos a disposición para trabajar en conjunto y lograr una norma superadora” expresó Ferro Moreno.

“El trabajo conjunto entre todas las partes que intervienen en el problema redundará en mejores soluciones” sostuvo, aunque reiteró que “las estaciones de servicio expenden combustibles, lo que sí podemos hacer es colaborar, aconsejar, llevarle al motociclista la idea de que tiene que usar el casco como un beneficio”. La ordenanza tal cual está pensada atenta contra las funciones de los empleados y empresarios, “no queremos tomar el rol de policía” insistió.

Finalmente destacó que “la solución pasa por controlar en las calles, y que el individuo llegue a la estación de servicio con el casco colocado, pero no con el objetivo de cargar combustible, sino por el hecho de circular con el casco; el verdadero cambio tiene que ser cultural, y CECLA aportará todo los necesario para trabajar en ese sentido”.