Ya hace tiempo que la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) encargó a la Superintendencia de Riesgos de Trabajo un estudio para evaluar las afecciones en el cuerpo que estiman puede causar respirar los vapores que emana de la venta de naftas y gasoil.

De comprobarse los daños en las vías respiratorias y en la piel, dirigentes del sindicato anticiparon que plantearán reducir de 65 a 50 años la edad para retirarse de la actividad, y de 30 a 25 los años de servicio. Así confirmaron a surtidores.com.ar, días atrás.

Luis Malchioldi, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles (FEC) brindó su punto de vista sobre el tema: “Si perjudica al personal nos parece justo; habría que confirmar los estudios desde un punto de vista técnico y científico; en ese caso, me parece lógico que haya una disminución de los años de despacho”. Y sostiene: “no nos afectaría”.

El dirigente aclara que es la posición de FEC, no así de todo el sector empresario, quién en su debido momento podrá manifestar opinión sobre el tema. Incluso, menciona que en ocasiones anteriores otras cámaras de representación plantearon incluir elementos de prevención, como barbijos y guantes.

Lo cierto es que en 10 días, aproximadamente, el gremio tendría listos los resultados del análisis encargado a los expertos en salud. Y en ese momento se conocerán las diferentes posturas.

Por su parte, en caso de avanzar en un cambio previsional de estas características, Malchioldi sugiere incentivar cursos de formación para los operarios de playa, ya que habría un recambio de buena parte de los empleados que hoy están en funciones. “Los que ingresen a la actividad tienen que estar debidamente instruidos”, señala.

Los expendedores, aunque en menor medida, también se verían afectados por la contaminación que pueda existir en el local. “Nosotros también estamos todo el día en la estación”. Aunque reconoce que a una mayor distancia de la playa de carga de combustibles.