Ayer se conoció un informe de la Automobile Association (AAA) de Estados Unidos que señalaba que “no hay beneficios en utilizar nafta premium en vehículos que solo requieren de una regular“, tras evaluar el rendimiento de ambos tipos de combustible en diferentes motores.

Al respecto el ex Subsecretario de Combustibles de la Nación, Alberto Fiandesio coincidió con lo reflejado por el documento. “La utilización de más octanos en un auto de calle habitual en Argentina responde más a una cuestión de marketing que técnica”, precisó ante la consulta de surtidores.com.ar.

El ex funcionario ironizó: “salvo que se compre una Ferrari o un Lamborghini se puede seguir con los 95 octanos”. En ese sentido agregó: “Si el consumidor se sube a su  vehículo modelo 2000 y siente que la espalda se le pega al asiento cuando carga Premium, y puede pagarlo, dele tranquilo. Mal no le va a hacer”.

Fiandesio explicó que conviene recordar un poco (prácticamente) de qué se trata el octanaje. “Siempre lo hemos definido, en forma sencilla, como el `poder antidetonante del combustible´para que evite el autoencendido en los cilindros, es lo que hace muchos años llamábamos `pistoneo”, puntualizó.

Acotó que el manganeso que se menciona en la nota es un mejorador octánico que, en Argentina, lo utiliza una sola refinadora, que está haciendo inversiones para dejar de usarlo. De todas formas, hace unos años se limitó su uso a 8 partes por millón (ppm) lo que nos puso en el nivel de los países del mundo que todavía lo permiten.

“Nunca en los autos que tuve, desde el primero un Fiat 128 en los 80, cargué otra nafta que no sea súper. Aquí hay que aclarar que el octanaje de la nafta súper en Argentina es de 95 octanos, mientras que su especificación es de 93 octanos”, concluyó el especialista.