“Es fundamental que asumamos la responsabilidad y el desafío de dejar de ser un país con intenciones petroleras y convertirse en una nación gasífera, ya que todos debemos tener conciencia de que estamos durmiendo sobre un colchón de gas convencional y no convencional”, aseveró el ex funcionario energético Julio César Aráoz a surtidores.com.ar.

En ese sentido, el ex Secretario de Energía del Gobierno de Carlos Menem, deslizó también la necesidad de reformular el planteo impositivo que carga los precios de las naftas, ya que “el automovilista está pagando hoy en día el 51 por ciento de impuestos sobre el total del valor del litro,”, dijo.

Agregó que la incidencia de los tributos y el desorden en esta materia es una situación “terrible” que debe ser ordenada y regida para evitar que los ciudadanos sigan afrontando subsidios en el combustible.

Expresó Aráoz que junto con los otros integrantes del grupo de Ex Secretarios de Energía, elaboraron una Propuesta de veinte puntos donde se impulsa un acuerdo en las políticas tanto de gas como de petróleo y se contempla toda la cadena desde la boca de pozo, hasta las estaciones de servicio y los consumidores.

“Todos los eslabones de esta cadena deben beneficiarse con equidad, para que todos puedan vivir de los recursos de nuestro territorio”, reflexionó el especialista y afirmó que está de acuerdo con que avance en el Congreso la sanción de la Ley de Comercialización de Combustibles Líquidos impulsada por el sindicato y los empresarios del sector en conjunto con varios diputados de todos los bloques.

En ese aspecto, llamó a buscar acuerdos para que no sean solamente las compañías petroleras las que se enriquezcan en detrimento de los empresarios Pymes que brindan miles de puestos de trabajo y de los automovilistas que deben asumir el costo de los precios.

Al ser consultado por su opinión sobre un posible aumento de los precios del litro de nafta y gasoil en el surtidor, explicó que “desde el punto de vista económico estoy de acuerdo, pero sin embargo, resulta muy inconveniente desde el punto de vista político en este momento del año”.

Justificó esta frase en el hecho de que una suba de los combustibles provoca una consecuencia directa sobre la inflación y los costos de los insumos y artículos de primera necesidad y “más aún en lo que parece que será un diciembre muy caliente donde la oferta será mucho menor que la demanda para satisfacer al sistema energético”.

Finalmente se mostró a favor de una política de “aumento de gas en boca de pozo para poder extraer todo el gas que tenemos y tener las inversiones necesarias para asociarnos con empresas con el objetivo de conseguir todo el gas no convencional posible”.

Aseguró que los próximos 30 años estarán basados en el gas y que dentro de la política es preciso brindarle precios claros y objetivos a los estacioneros de GNC para que puedan sustentar y hacer rentable el negocio.