De acuerdo a un informe elaborado por la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (CAFAM) durante mayo, junio y julio, se registró un crecimiento del 6 por ciento de los patentamientos de motos respecto del mismo período de 2014. En julio, se relevaron 38.224 unidades, lo que representó un alza del 2 por ciento en comparación con el mes anterior y marca un repunte de la actividad.

En la última década, al igual que ocurrió con otros rubros, hubo un boom de ventas, al punto que según explica Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco (CECACH) “para algunas bocas de expendio el 30 por ciento de la clientela son motos”.

Hace hincapié que en general no son clientes de YPF, dado que “deben competir con los autos que ya están haciendo cola y como cargan poco combustible se desplazan hacia otras marcas, aunque sean un poco más caras”.

Un cambio que observa De Paoli en el negocio, se vincula con la modernización de los motores: “anteriormente, en los 90 y buena parte del 2000, estaban los de dos tiempos, que cargaban 5 litros y llevaban el aceite en la mezcla; ahora hay de distintas capacidades en función de las cilindradas, pero lo estándar es de 100 cm3 y cargan hasta 20 litros”. Acentúa que este era un buen negocio, que con el paso del tiempo se perdió.

El aglutinamiento de este tipo de rodados, el empresario señala que “obliga a contratar más empleados”. Es que demoran prácticamente el mismo tiempo en surtidor que el resto de los usuarios y en consecuencia ocupan gran parte de las horas de trabajo de los playeros.

Por otra parte, De Paoli asegura que “complican la venta con tarjetas de crédito porque son operaciones deficitarias”. En ocasiones, los operadores ponen 100 pesos como piso para poder pagar en forma financiada, lo que en ocasiones motiva a “pedir un aceite como para completar el monto”.