Para paliar la crítica situación que atraviesan
Del mismo modo que el ENARGAS dispuso que las facturas de gas de consumo residencial que se emitan hasta el 31 de octubre próximo se puedan pagar en hasta cuatro cuotas, dirigentes expendedores proponen exigir al Ente una medida similar para el sector del GNC
El Ente Nacional Regulador del Gas dispuso que las facturas de gas que se emitan hasta el 31 de octubre próximo se puedan pagar en hasta cuatro cuotas, con el fin de minimizar el impacto en el bolsillo por el período de mayor consumo.
“El ENARGAS comunica a los usuarios residenciales del servicio de gas por redes que se ha instruido a las prestadoras del servicio de distribución, en forma excepcional, a que en las facturas que se emitan a partir del 25 de agosto de 2017 y hasta el 31 de octubre de 2017, deberán contemplar un diferimiento de pago del 50 por ciento del monto total de la liquidación correspondiente al período de facturación, sin aplicación de intereses“, de acuerdo con lo publicado en el Boletín Oficial.
De esta manera, las distribuidoras deberán dividir las facturas en cuatro cuotas mensuales, iguales y consecutivas: si el primer vencimiento se produce en septiembre, el resto de las cuotas abarcarán octubre, noviembre y diciembre.
Al respecto, desde el sector expendedor reclamarán que la medida, que alcanza solo a los consumos domiciliarios, se replique en las Estaciones de Servicio para pagar los consumos de Gas Natural Comprimido.
“Es una buena decisión para paliar la difícil situación que estamos atravesando”, expresó el Presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), Manuel García.
“Todas las Cámaras empresarias deberían unirse para exigir que nos incluyan en el mecanismo de pagar en cuotas”, sostuvo García. “Sería un buen paliativo, debemos pedirle al Gobierno que así como lo hicieron con los usuarios residenciales también lo hagan con el GNC”, afirmó.
La posibilidad del pago en cuotas ya había sido analizada el año pasado luego del impacto causado por el fuerte aumento de tarifas aplicado por el Gobierno. No obstante la iniciativa fue rechazada por los estacioneros alegando que no les era de utilidad porque al acumularse el saldo a lo consumido en el otro período, crecía la dificultad de poder asumir el compromiso.
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