Como sucede ante cada paro general, las Estaciones de Servicio muestran un comportamiento dispar, con masivo acatamiento en Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Salta y Entre Ríos y menor aceptación en el interior del país.

Según pudo constatar surtidores.com.ar, con el comienzo del nuevo día, un buen número de bocas de expendio permanecían cerradas y con sus luces apagadas. La inactividad se notó especialmente en las más importantes.

Durante la tarde del lunes, se registraron largas filas de autos frente a los surtidores, incluso hasta minutos antes de que se comenzara la huelga. Lo mismo sucede en los establecimientos que continúan despachando combustibles, muchos de ellos atendidos por sus propios dueños.

En Córdoba, los empleados afiliados al Sindicato Petrolero en discrepancia con la conducción de la Central Obrera decidieron no parar, por lo que la actividad se desarrollaba con normalidad.

En Santiago del Estero, en tanto, la entidad empresaria advirtió que “no iba a permitir ningún tipo de condicionamiento u obligatoriedad por parte del sindicato“. Su Presidente, Pedro Llorvandi expresó que “el gremio tiene la posición de respetar la decisión que tome cada uno de los trabajadores. De parte nuestra va a ser la de aceptar la decisión de cada uno: el que quiere trabajar que lo haga, y el que quiere plegarse al paro, también“.

“El paro es contundente y el apoyo de los empleados de Estaciones de Servicio es total”, manifestó por su parte el Secretario General del gremio Carlos Acuña, quien recordó que “los salarios corren por detrás de la inflación y el gobierno debe modificar el rumbo de la economía porque la situación es insostenible”.

Un dato a tener en cuenta es que los choferes de camiones también se plegaron a la medida de la CGT, por lo que la reposición del suministro será gradual a partir de mañana.