La decisión del Ministerio de Energía y Minería de desdoblar la compra de gas para expendio de GNC para que de este modo se reduzca la carga impositiva que grava al combustible y descomprima aunque sea en parte el efecto que la suba de tarifas causó en el precio de surtidor, provocó en el sector de las Estaciones de Servicio fuertes expectativas.

La intuición era que el Gobierno finalmente no le soltaría la mano a la actividad tal como los más escépticos presumían. La posibilidad de volver a recurrir a los productores a través de comercializadoras que actúan a modo de intermediarias, abría las puertas a un conocido escenario, que se mantuvo hasta la Resolución 36/16 que cambió las reglas de jugo.

Sin embargo, el flamante mecanismo que debía comenzar a regir desde el 1º de mayo se fue demorando por diversos factores. A más de 35 días de la fecha de largada, nada parece estar definido y surgen cada vez más complicaciones para implementarlo.

El principal escollo es la participación de ENARSA, que adelantó la imposibilidad de garantizar el suministro de gas importado durante el invierno. El argumento es el precio al cual debe proveer el combustible a las Estaciones, más bajo que el que pagarían otras actividades, como por ejemplo la industrial, que está dispuesta a desembolsar hasta un 25 por ciento más.

Esta situación motivó el reclamo de los estacioneros al ENARGAS para que interceda en defensa de las expendedoras. Tras más de 10 días de espera, su interventor, David Tezanos, respondió mediante una nota que “ENARSA no esta ni impedida ni condicionada para liberar volumen a las GNC”. Es decir que la decisión de la energética nacional de no suministrar el gas a la GNC es totalmente libre y la lógica indica que esta empresa que adquiere el gas importado o regasificado a un mayor valor no lo comercializará a uno inferior enviándolo al segmento de las Estaciones.

En este contexto, solo están gozando de este beneficio aquellas pocas bocas pertenecientes a la red de distribución de Metrogas y Gas Ban que lograron asegurarse el fluido y las propias de las empresas petroleras que producen el fluido abasteciendo a sus propias Estaciones y garantizándoles mayores ventajas competitivas que al resto.

Ahora los expendedores están esperanzados con la respaldo del Ministro Aranguren en la resolución de este conflicto el cual parece ser de solución imposible. “Esta suma de circunstancias amenaza con oscurecer el horizonte del GNC”, opinó a surtidores.com.ar un reconocido especialista energético. “Las Estaciones podrían dejar de comprar a las distribuidoras para ver reducidos los costos y así morigerar los ajustes de tarifas y aumentos salariales pero esto queda en letra muerta al encontrarse con la imposibilidad de obtener la totalidad del gas especialmente en el invierno a los valores fijados por el Ministerio de Energía”, lamentó finalmente.