Una suma de factores se conjuga para que los estacioneros cifren esperanzas de que el Gas Natural Comprimido no sufra cortes este invierno. Es la estimación del Vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, Pedro González, quien confía en la continuidad del suministro sin alteraciones.

El empresario apunta que el principal elemento, el climático, este año será más benévolo que otros anteriores, razón por la cual la demanda residencial será menor. Además estima que el costo de las tarifas también alentará a gran parte de la población a racionar la utilización del gas como medio de calefacción.

Asimismo González explica que la producción del combustible creció 5 por ciento en 2016 mientras que se estima un aumento del 7 para este período anual. “Los argumentos son muchos para que tengamos expectativas muy positivas”, señaló.

No obstante, sostiene que en caso que el consumo alcance picos límites, el Comité de Emergencia que se convoca a fin de regular el abastecimiento, podría disponer “microcortes” de pocas horas para privilegiar la provisión hogareña que no alteran el contexto general del despacho de GNC.

Como se recuerda, la cadena de interrupciones tiene a las industrias y los volúmenes de exportación como los primeros afectados en caso de necesidad, luego a las Estaciones con servicio Interrumpible, más adelante a las Firmes y por último los usuarios residenciales.

El año pasado, el Comité de Emergencia que conduce el Enargas, dispuso a fines de junio una limitación en la ventana de corte de GNC desde las 21 hasta las 23 horas a pesar que estaba previsto que las restricciones comenzarían a las 18 y terminaran a las 23.

El Gobierno tomó esa decisión porque Bolivia había diminuido los envíos de gas hacia la Argentina. El país vecino estaba enviando unos 20 millones de metros cúbicos diarios de gas, pero redujo la inyección hasta unos 10 millones de metros cúbicos diarios.