El Economista Agustín D’ Attellis, expresó a surtidores que “el Gobierno se está manejando a través de un sistema de inflación de costos, en el cual, se ata el precio de los combustibles a la fluctuación internacional, a la vez que lo relaciona directamente con el valor del dólar” y de esa manera “se corre un riesgo muy grande si se dispara una devaluación, porque repercutirá directamente en el bolsillo de los automovilistas, en los costos de los productos de primera necesidad y en la rentabilidad de las expendedoras”.
Mientras trabaja en diferentes proyectos relacionados con la futura reforma impositiva integral que a pedido del Poder Ejecutivo está preparando el Congreso de la Nación, el especialista minimizó la leve baja del gasoil anunciada el mes pasado por el Ministro de Energía Juan José Aranguren y adelantó que la política tiende a igualar los precios del crudo y del gas en boca de pozo a nivel mundial.
En ese contexto, pronosticó que como el gas también está regido por una tarifa dolarizada, con un tipo de cambio “atrasado”, asumió que “no es posible mantener el GNC más barato que la nafta”, por lo cual estimó que “sería una locura que no tiene sentido”, el hecho de desalentar el uso del GNC, “que sirve hace 30 años como fuente de desarrollo y empleo de miles de argentinos, un sector que será completamente perjudicado”, dijo.
Por otra parte, se mostró a favor de que se avance en la aprobación del proyecto de ley para regular la comercialización de combustibles con el objetivo de liberar los precios en el mercado interno y frenar la participación de los proveedores en el segmento minorista.
Además, informó que dentro de los puntos que la Comisión que elaborará el nuevo dictamen para el 2018 de reformulación de todo el esquema tributario del Estado Nacional para que luego sea elevado al Presidente para su aprobación y puesta en marcha, “el Impuesto a la Transferencia de Combustibles, es uno de los temas que más se están analizando y demandará un trabajo conjunto de todos los bloques para ser modificado”.
Finalmente D’ Attellis, confirmó que las Estaciones de Servicio, como todas las pymes del país, deben ser tenidas en cuenta y contempladas como parte fundamental de la actividad económica y laboral, porque “enfrenta también el tema del precio de la tierra, en especial, en los grandes centros urbanos, donde fueron desapareciendo los establecimientos, porque resulta más beneficioso vender el terreno donde funciona la boca de expendio, contra una rentabilidad cada vez más acotada”.
Por ello, el tributarista opinó que “es urgente emprender una política específica sobre el sector estacionero, que en el marco de la discusión impositiva que se viene, conforma un caso concreto de sector extremadamente afectado de manera negativa por las distorsiones impositivas y económicas”, sentenció.