Si bien la normativa no dictamina sobre una obligación específica para que los trabajadores de venta de combustibles utilicen guantes de diferentes materiales aislantes de protección, el consenso por la positiva entre patrones y empleados se masificó en los últimos tiempos.
Un recorrido de surtidores por bocas de expendio de Capital Federal y barrios importantes del conurbano bonaerense dieron indicios claros del uso de guantes por aquellos que manipulan el surtidor.
Años atrás, las diferencias de criterio entre los expertos en seguridad e higiene, respecto de la utilización de guantes descartables de nitrilo, vinilo o látex, que evite la exposición repetida al contacto con derivados de hidrocarburos, eran evidentes y dependían de los conceptos de cada ART o de los controles de petroleras y propia exigencia del empleado.
Actualmente, la conciencia del estacionero para brindar más cuidado a su plantel de trabajo y sortear con mayor claridad los controles y auditorías, hizo que “no se repare en gastos en lo referido a elementos de protección”.
En este caso, dentro del presupuesto de cada establecimiento, ya figura como costo fijo el ítem relacionado a la compra de guantes, con el objeto de que los trabajadores puedan tenerlos colocados toda la jornada laboral y es preciso, poder cambiar las unidades una vez al día por lo menos.
“Yo tenía muchos problemas en la piel de mis manos porque soy muy sensible y el contacto con los gases de la nafta muchas veces me provocaba irritaciones dolorosas, pero cuando comencé a utilizar los guantes, pude solucionar el tema”, afirmó a surtidores.com.ar un empleado del turno tarde de la Petrobrás situada en la entrada de la Autopista Dellepiane en Villa Soldati.
Su compañera coincidió en la importancia del uso de estos elementos, pero advirtió que los días de calor suelen ser causa de transpiración en las manos, aunque “lo solucionamos con lavado permanente y talco para evitar problemas”.
Existen otras indumentarias que brindan mayor seguridad al empleado y que con el tiempo, se fueron modernizando y tornándose más versátiles a las actividades cotidianas del trabajo, como ser los botines de seguridad con suela resistente a los hidrocarburos o bandolera reflectiva y protección visual en el procedimiento de descarga del cisterna que también son tenidas en cuenta en el momento oportuno.
De esta forma, queda demostrado que el operador a pesar de la escasa rentabilidad que muchas veces provoca la crisis del sector, prefiere invertir en tranquilidad y cuidado de la integridad de sus trabajadores y sus clientes.