Hace una década, a mediados de 2006, el litro de gasoil común aún costaba un 23,8 por ciento menos que el de nafta súper. Con una diferencia así, se justificaba para las familias la inversión en coches con motor diésel, que suelen costar más que las versiones nafteras.

Pero la ecuación cambió de forma acelerada. Según un relevamiento efectuado por el Diario Clarín, hace cinco años, la súper ya salía $ 4,829 por litro, contra $ 4,069 del gasoil: el ahorro ya se había reducido al 16 por ciento. Y en la actualidad la brecha es aún menor.

En estaciones de servicio de YPF de la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo la Premium cuesta $ 20.85 mientras el diesel de máxima calidad $ 19.28. Sin embargo, la demanda del gasoil ha crecido en este último tiempo a pasos agigantados al punto que en las Estaciones de Servicio se ha igualado el volumen despachado.

De acuerdo a un informe del Ministerio de Energía, durante los primeros once meses de 2012,  del total de litros de combustibles Premium, el diesel Euro  ocupaba el 40 por ciento de la canasta, cifra que al presente trepa al 47. Y según estimaciones privadas, en Diciembre siguió creciendo en la preferencia de los consumidores hasta igualarlo.

Mucho de este fenómeno se explica por la extraordinaria perfomance de las camionetas que en nuestro país se venden más que los autos. De hecho el vehículo más patentado en 2016 fue la Toyota Hilux, en tanto que muchas otras pick up motorizadas a gasoil ocuparon también puestos de privilegio.

LA APUESTA DE YPF

Tras esta premisa, en noviembre pasado la Petrolera estatal lanzó Infinia Diesel, un combustible de características “inteligentes” que apunta a satisfacer la demanda de un parque de vehículos diesel que en los próximos años crecerá en alrededor de 2 millones de unidades.

Este desarrollo hacia productos de mayor calidad hará que “el mix que hoy se consume como gasoil premium del 18 por ciento se proyecte al 50”, explicó el vicepresidente de Downstream de YPF, Carlos Alfonsi. 

El directivo describió que en la actualidad conviven en la demanda de gasoil dos tipos de clientes con patrones diferentes, que en un futuro “terminarán confluyendo” en un producto común. “Existe un parque automotor de mercados desarrollados que requieren eficiencia y conceptos de confort, seguridad y performance, pero en simultáneo va a haber una transformación en el parque automotor pesado en el cual debido a cambios tecnológicos pasarán a ser valores fundamentales la eficiencia y compromiso con el medio ambiente”, vaticinó.