Es común encontrarse con el público consumidor que acosado por los constantes aumentos de los precios de los artículos de primera necesidad quejarse a la hora de cargar nafta y asociaciones no gubernamentales que proponen periódicamente “boicot” y “bloqueos” a las Estaciones de Servicio en contra de los incrementos al surtidor.
Sin embargo, quienes estudian a diario el problema de la economía argentina, coinciden en darle a conocer a la gente los datos sobre las causas reales por la cual un litro de combustible sale cada vez más caro.
En diálogo con surtidores.com.ar, el Profesor de Finanzas de la Universidad Nacional de Córdoba, Lucas Dapena, aseguró que “los consumidores tienen que saber que además de ellos mismo, los dueños de las Estaciones de Servicio son los otros perjudicados por cada aumento de naftas y gasoil”.
En ese aspecto dijo que “esta situación cambia la economía familiar y lleva a replantear el uso del automóvil; algunos optan por comprar motos o restringir el uso de sus vehículos“, decisión que afecta la demanda.
Dapena señaló que luego de la liberación del mercado, cuando se terminó la aplicación del denominado barril criollo a precio subsidiado, la reacción de la gente en principio pasaba por la posibilidad de que cuando el valor del crudo bajara, también lo hiciera el litro de nafta.
Pero contrariamente a ello, a la caída de los precios internacionales, “se le interpuso el otro factor clave que es el dólar y la devaluación del 40 por ciento del peso”, expresó Dapena, quien además se desempeña como Doctor en Ciencias Económicas.
En ese sentido, aseveró que “cuando uno intenta adelantar cuál será el precio de los combustibles a fin de este año, debe tener en cuenta muchas variables, pero en especial, es aconsejable relacionar la evolución de los números con el valor del denominado dólar futuro, que rondará los 30 pesos”.
De acuerdo al entrevistado, de los tres conceptos que suman a la hora de calcular los que cuestan los hidrocarburos, es mucho más confiable esta realidad que basarse en el “Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) – BCRA”, ya que “es más concreto hablar con quienes compraron dólares a futuro que una proyección estadística como la oficial”, dijo.