Argentina, el segundo país más caro de la región
En las zonas patagónicas advierten que la flexibilización de las condiciones de producción solamente benefició a las petroleras y provocó la caída en las ventas de naftas y gasoil. Pronostican que tampoco bajarán los precios
Si bien aún consideró que es muy prematuro para medir los efectos del último incremento de los precios al surtidor, el Presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de Chubut, Oscar Lewis, consideró a este medio, su oposición a las palabras del Ministro de Energía Juan José Aranguren, quien aseguró que “Argentina se adaptará al patrón de referencia de los combustibles a nivel mundial”.
Lewis explicó que las Estaciones de Servicio no tienen la potestad de colocar precios, sino que deben acatar las disposiciones de las operadoras en cuanto al valor del combustible que se exhiben en las bocas de expendio.
En ese aspecto, desmintió que las naftas se rijan por un precio de referencia ya que “cada país tiene su contexto local de acuerdo a las condiciones económicas de su población, el sistema impositivo de cada nación y otras variables particulares en cada caso”.
Por el contrario, admitió el empresario que “con la última actualización, Argentina quedó entre los países con el combustible más caro del mundo”, por ello, dijo que mientras se sigan flexibilizando las cosas a favor de las productoras, se hará más difícil para el consumidor y esto repercutirá de forma negativa en las expendedoras que inmediatamente dejan de vender producto.
“Especialmente la desregulación y la liberación que recibieron las petroleras se hizo sentir en todas las provincias de la cuenca, como lo somos en Comodoro Rivadavia, donde actualmente hay 4 mil empleados petroleros que han sido despedidos o suspendidos y a medida que se les acaba el dinero de las indemnizaciones, cae la economía interna”, expresó el estacionero patagónico.
Aseveró que en un mercado “oligopólico” donde YPF y tres petroleras más participan del negocio, resulta imposible que haya una competencia genuina que provoque una baja en los precios al consumidor.
“En Comodoro, como en todos los lugares donde existan los yacimientos, se verán seriamente afectados por una reducción de costos porque se ha habilitado la importación de petróleo. El costo de producción es muy diferente de un país a otro”, explicó el dirigente.
Finalizó advirtiendo que en este año, en la Argentina bajó un 20 por ciento de producción petrolera y esto se cubrió con importación de crudo de Nigeria. “Indudablemente, por la capacidad distributiva que tiene el sector para quienes trabajan de forma directa o indirecta en los yacimientos habrá un achicamiento. La distribución de ese valor será cada vez menor”, sostuvo Lewis.
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