El impacto del nuevo cuadro tarifario y el persistente incremento de los costos operativos está poniendo en jaque a cientos de expendedoras de GNC, muchas de las cuales mantienen un precio de venta ficticio para poder sostener el negocio.
“Se resisten a superar los 10 pesos (por el metro cúbico) para competirle a las naftas pero esa decisión las está llevando a la quiebra”, alertó el Titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, Manuel García.
En ese sentido reveló que durante el último año cerraron 48 Estaciones de Servicio. “La sangría continuará en la medida que no se tomen medidas serias para revertir la crisis que atraviesa el sector”, afirmó en diálogo con surtidores.com.ar.
García admitió que en su zona esta semana cerraron dos establecimientos de muchos años en el mercado. “No pudieron aguantar la suba de gastos operativos y las nuevas tarifas y encima cayeron las ventas”, sostuvo el empresario.
“Algunos se inclinan por el negocio inmobiliario”, reveló. Es que a diferencia de las bocas que despachan combustibles líquidos, las GNC no tienen problemas de contaminación de suelos que deban remediar, situación que las hace más seductoras para el mercado de la construcción.
Incluso García desnudó un nuevo emprendimiento surgido de este difícil momento: “Hay empresas que se ofrecen para comprar el equipamiento y exportarlo a otros países donde el gas vehicular está en alza, ya han concretado varias operaciones”.
El dirigente no duda en atribuirle al Ministro de Energía Juan José Aranguren la decisión de avanzar contra el GNC para desalentar su uso. “Le pedimos varias audiencias pero no nos responde”, lamentó finalmente.