YPF es la mayor empresa argentina y desde hace años también la más elegida por los automovilistas. De los surtidores de sus Estaciones de Servicio salen 6 de cada 10 litros de naftas y gasoil que se venden en el país, casi 5 más que su competidor más próximo.

Según el último relevamiento oficial, la petrolera semipública alcanzó el cuarto mes del año una preferencia por sus productos del 57.4 por ciento, 3.23 más que en el acumulado de 2016 y uno por encima del último período de la gestión Eskenazi.

Este posicionamiento actual se da incluso en un escenario de equiparación de precios con el resto de las marcas, un factor que anteriormente era determinante para mantener el liderazgo.

La estrategia para alcanzar esta condición se sustenta no solo en la calidad de sus combustibles; su presencia en todo el territorio nacional, desde Ushuaia hasta La Quiaca a través de una red de más de 1.500 Estaciones, es uno de los pilares fundamentales para consolidarse al tope del ranking.

Sin embargo y a pesar de estas cualidades, hoy el foco está puesto en la atención al cliente como elemento distintivo y diferencial tal como lo explicara recientemente el Vicepresidente de Downstream de YPF, Carlos Alfonsi, ante más de 250 operadores que participaron de un encuentro nacional

“Es preciso adaptarse a los nuevos tiempos para enamorar al cliente y discutir todo lo relacionado a una mayor eficiencia en un contexto donde nuestros competidores sufrieron muchos cambios de identidad, lo cual es una oportunidad única para YPF que mantiene su marca desde hace 95 años”, enfatizó.

Alfonsi destacó también los dos millones de clientes socios del programa de fidelización Serviclub, con el proyecto de finalizar el 2017 con 500 mil más. En ese sentido, llamó a los empresarios a amplificar la cadena de valor en un nuevo marco de trabajo basado en nuevos conceptos en busca de mejorar la efectividad, la productividad y la rentabilidad.