Sobre gustos no hay nada escrito. Cada persona elige dónde cargar el tanque en función de sus preferencias. En general, los aspectos que se ponen en juego para la toma de decisión son: el precio, la cercanía al puesto de trabajo o la casa; la facilidad de acceso, la iluminación, atención de los playeros, seguridad, calidad del producto, entre otros.

En el contexto actual, donde las banderas ofrecen valores similares al público, para Oscar Díaz, Secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) el principal factor pasa por la “ubicación” de la estación.

En el segundo lugar de la escala menciona la calidad del combustible; en tercero el estado de la fachada y la imagen de la playa de carga y en el cuarto puesto la atención del personal.

Y sobre esto Díaz agrega: “la velocidad de carga es fundamental; es importante que sea eficiente y rápida”. Sobre todo en lo que respecta a la función de los trabajadores y no tanto a la tecnología del surtidor.

En rutas y avenidas centrales de gran tránsito es donde Díaz observa que los usuarios suelen esperar largas colas para abastecerse. YPF, es por su gran extensión de la red, historia, y valores bajos quien lidera el mercado con el 57 por ciento del share.

Contar con tiendas de conveniencia es otro aspecto que suele motivar el ingreso a un local, sobre todo en autopistas y zonas con gran movimiento de personas en el interior de las ciudades. Es usual utilizar el mini-shop para trabajar y hasta coordinar reuniones.

En los pueblos, los jóvenes suelen utilizar este espacio como lugar de encuentro a pesar de que la mayoría no ofrece alcohol. En este segmento del negocio la calidad de los alimentos suele ser un factor que interesa, además de otras condiciones como el confort y la accesibilidad a internet entre otros.