En todo el mundo
El ex Subsecretario de Combustibles de la Nación opinó que más allá de algunas particularidades locales, el proceso de caída del número de bocas es un fenómeno inevitable dadas las preferencias de los ciudadanos, los automovilistas y las autoridades locales.
La disminución de la cantidad de estaciones de servicio –en varios miles- durante los últimos quince años, dejó en evidencia las arbitrariedades apoyadas por la gestión energética de los distintos gobiernos que guiaron los destinos del país.
Sin embargo, especialistas afirman que la situación lejos de ser propia de la República Argentina, se repite en diversas partes del mundo. Cristian Folgar, ex subsecretario de Combustibles opina que “mundialmente asistimos a un fenómeno de concentración de estaciones de servicio”.
En declaraciones a surtidores.com.ar, explica que las grandes ciudades “no quieren” expendedoras en la región urbana. “No la quieren ni los habitantes, ni las autoridades, ni las requieren la demanda”, puntualiza. “Hay una tendencia natural de la demanda a concentrar las cargas de combustible sobre las vías rápida de circulación: grandes avenidas, autovías, autopistas, rutas, etc”, sostiene.
Ahondando más en su análisis, el especialista agrega que las ciudades importantes fomentan el uso de transporte público masivo con lo cual la utilización diaria del automóvil para pequeños desplazamientos esta bajando. “Más allá que hay algunas particularidades locales, el proceso de caída del número bocas es un fenómeno inevitable dadas las preferencias de los consumidores y de las autoridades locales”, subraya Folgar.
No obstante, señala que posiblemente en los próximos años – si se sostiene o mejora la rentabilidad del operador – se vean nuevas inversiones en el sector mejorando u abriendo nuevos establecimientos, pero ello se realizará fundamentalmente sobre vías rápidas de acceso y apuntando a un concepto “integral” donde el combustible es parte de la oferta de bienes y servicios.
“En muchos mercados, el nuestro es un ejemplo, cada vez más la estación se toma como una parada multipropósito no sólo como lugar para cargar combustible”, concluye.
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