Víctor Bronstein, Director del Ceepys
¿Hay competencia entre las compañías que venden combustibles líquidos? Los expertos en energía analizan el tema, a días de concretarse el traspaso de los activos de Petrobras a Pampa Energía. Las particularidades del negocio en Argentina.
Históricamente, la elaboración y comercialización al público en nuestro país estuvo acaparada por pocos jugadores. YPF, a poco de su fundación se transformó en líder, rol que todavía ocupa en la actualidad, sin riesgo de perderlo. A pesar de las expectativas de aumentar la oferta, poco cambió en la década del 90, cuando se desreguló la actividad.
Lo que varió respecto de épocas anteriores es el origen de los capitales de las firmas que forman parte: el Grupo Bridas, origen chino y nacional, se quedó con las operaciones de la estadounidense Exxon Mobil, el Grupo Indalo, del patagónico Cristóbal López, hizo lo propio con parte del paquete de Petrobras; y recientemente Pampa Energía compró lo que quedaba de la brasileña.
Víctor Bronstein, Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys) explica que en estas condiciones “no hay competencia por precio”, al punto que sólo Shell se desmarca en los surtidores en la búsqueda de posicionar sus productos como los de mayor calidad.
El control integral de toda la cadena de producción – hidrocarburos, elaboración de combustibles y venta al público – asegura que “es una tendencia a global”, dado que ya no resulta de interés apostar en la construcción de refinerías. Las inversiones que llegaron en los últimos tiempos se destinaron a centros de distribución y acopio, en parte, para trabajar con productos importados.
¿Por qué no llegan más players? Bronstein analiza que “la estructura económica de la Argentina” funciona en forma oligopólica. Cuenta que en Perú, pese a tener similar cantidad de habitantes, existen numerosas banderas. “No son conocidas y la gente está acostumbrada a cargar, en cambio en Argentina cuesta, hay hasta una cuestión cultural”, planteó.
Pone como ejemplos las cadenas de supermercados, la industria láctea o de alimentos. Para Bronstein quizás también influyan las condiciones de “los sistemas de almacenaje y el transporte”, entre otras aristas propias del rubro.
Como aspecto que desalienta inversiones, mencionó la prohibición del auto-servicio en las estaciones de servicio. “Es una manera de abaratar los costos”, sostiene, aunque aclara que impedirlo es “una herramienta para defender el trabajo”.
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