El Titular de la Unión de UYC Claudio Boada, advirtió que con las políticas energéticas que viene implementando el actual gobierno, no se descartan nuevos aumentos de combustibles que afecten al bolsillo de los automovilistas y por ende, a los precios de los artículos de primera necesidad, debido a que “la línea ideológica del gobierno no hace previsible que por ejemplo se aplique la ley de defensa de la competencia o la ley de abastecimiento para evitar aumentos desmedidos de las naftas o para contrarrestar la cartelización del producto”.

En ese sentido Boada expresó que el caso de los combustibles no se puede equiparar con las tarifas de servicios públicos porque los precios son libres, que además hoy en día están cartelizados por las grandes petroleras y resultaría casi “inaplicable” un fallo o una medida cautelar en la justicia que frene los posibles incrementos de precios de naftas y gasoil, debido a la naturaleza diferente de ambas cosas.

Sin embargo destacó que “si se aplicaría en su totalidad con decisión política la ley de defensa de la competencia, la cual es muy amplia y profunda, se podría atacar y solucionar el problema de la monopolización del precio de los combustibles y se regularía el mismo a favor del consumidor final, pero no veo probable que este gobierno tenga esas políticas en su cabeza”, aclaró.

Por otro lado, al referirse al fallo del Juez Vaca Narvaja contra el aumento del gas para las Pymes, explicó que a simple vista no incluiría a las Estaciones de Servicio de GNC, aunque informó que la decisión del magistrado es muy amplia y abarcativa y si se le da una interpretación acorde al espíritu del fallo, “no solamente beneficiaría a las expendedoras de gas sino también a las de combustibles líquidos”.

Finalmente recordó que desde la asociación que conduce, anteriormente habían reclamado que si se retrotraían los precios del gas a marzo del 2016, se les devuelva el importe excedido pagado por cada uno de los automovilistas que cargaron GNC desde abril a esta parte, aunque si bien no se retrotrajeron, finalmente se puso un tope.

A simple vista, la iniciativa luego de las audiencias púbicas y los  límites al valor del gas parece ser imposible de cumplir, sin embargo Boada consideró que “sería una medida justa con los consumidores de este combustible que lo utilizan para poder trabajar en su gran mayoría”.

Agregó que la decisión podría darse también a favor de los expendedores de gas automotor, que debieron afrontar el aumento desmesurado de los costos y los cambios en la facturación del producto vendido.

Para ello, llamó a todos los sectores a evaluar posibilidades y estrategias para que se implementen estas medidas en beneficio “tanto de los automovilistas como de los empresarios pymes del sector estacionero”.