El ex funcionario, Gustavo Calleja, reiteró a surtidores.com.ar su turbio panorama,  para el sector del comercio de combustibles y el ámbito petrolero, al decir que “el Ministro de Energía Juan José Aranguren, no entiende el sistema energético”.

Aseguró el experto que “el actual gobierno profundizó el plan comenzado con los decretos desregularizadores de Aráoz y Dromi, en el menemismo, que empezó a privatizar, provocando lo que ya se sabía, que íbamos a terminar sin petróleo, regalando crudo desde hace más de dos décadas”.

A esto, alertó también que “durante mi gestión con Raúl Alfonsín, era todo regulado y discutíamos los márgenes de ganancias con los estacioneros porque había que distribuirlo con equidad, teniendo en cuenta que las expendedoras son Pymes que brindan empelo y deben ser protegidas por el Estado”.

Agregó en ese aspecto, que igualmente, “siempre terminaba pagando YPF, pero mantenía el equilibrio del mercado” y agregó que anteriormente “el GNC era concebido solamente para el transporte público, porque solamente había reservas para 40 años”.

Consideró que lo ideal es “volver a regular el mercado y que el GNC, sea solamente para uso de transporte público, flete y producción, pero descartó que esa posibilidad pueda implementarse realmente hoy en día”.

Señaló el especialista, que “no hay que fabricar más automóviles particulares con motores gasoleros, porque no hay más recursos y el gasoil debe ser exclusivamente para la actividad económica y de producción”.

También estimó que “no debería aumentar más el precio de las naftas pero por el contrario, el metro cúbico de GNC, todavía está muy barato” y denunció que el Ministro Aranguren, “mantiene indexado el precio de las naftas, en contra de la ley argentina que lo prohíbe”.

Agregó Callejas que “YPF tiene un costo de 1,90 por millón de BTU y Aranguren les dio un precio a 4,70, lo que produjo un descalabro disparatado en las tarifas, para favorecer a los productores locales en desmedro de los consumidores”.

Criticó el hecho de que “el mercado se llevó todo” y sin embargo,  “vendimos el gas que no tenemos a Chile” y apuntó contra el famoso grupo de ex Secretarios de Energía, que “criticaron las medidas del gobierno durante una década, pero eran los funcionarios  que autorizaban las ventas de gas al exterior, en contra de la opinión de los mismos técnicos de la secretaría”.

Finalmente recalcó que actualmente “los estacioneros están desprotegidos y los automovilistas también corren riesgo de cargar nafta trucha o aquella proveniente de los robos de combustible de los denominado Camiones Negros, que cada vez proliferan más en el Gran Buenos Aires, favorecidos por una creciente falta de control”.

Finalmente afirmó: “Hay que investigar el precio y la calidad de las naftas, cuidar a los expendedores pymes y poner a las petroleras en caja”.