Pronostican que caerá la demanda
Así lo afirmó la especialista, Carolina Suárez, quien se refirió en diálogo con surtidores, al impacto que la retracción de la clase media produce indirectamente en la actividad estacionera. Advierte que el litro de nafta podría tocar los 40 pesos a fin de año
“El aumento de las naftas preocupa cada vez más a la clase media y esto puede repercutir sobre las ventas de las Estaciones de Servicio”, dijo la analista Carolina Suárez que dedicó su teoría a un segmento de la sociedad, formado por las familias de las grandes urbes que poseen dos automóviles para moverse más cómodamente.
En este sentido, sumado al incremento de los peajes y los costos diferentes relacionados al mantenimiento del automóvil, como las patentes, los services y las cocheras, los grupos familiares que habitualmente se movían por separado, hoy están “reformulando” sus costumbres para “economizar” los recursos, dejando de utilizar una de las dos movilidades.
Agregó que “la gente que debe sortear distancias largas para acceder a sus trabajos, hoy piensa dos veces cómo solucionar este tema, cuando antes, mantenía lleno el tanque y no reparaba al momento de utilizar su automóvil de manera autónoma”.
Además, destacó el “segundo efecto rebote que la escalada del valor al surtidor tiene el combustible, principalmente en referencia al costo de los servicios y transporte público, como en los productos de primera necesidad, que se transforma en un círculo sin fin”.
También recalcó que el primer punto que el productor pone como causa de los aumentos de precios, siempre es el combustible y en las zonas rurales, la caída en la actividad del agro, ya causó una merma en las ventas de gasoil de las estaciones que se alimentan de los transportes y maquinarias de los campos cercanos, de manera “infalible”, asestó la economista.
Suárez considera que de acuerdo a las investigaciones de mercado y las charlas que mantiene con referentes económicos, el porcentaje de aumentos de las naftas ya es “demasiado elevado” desde la decisión de “liberar el mercado” y agregó que los perjuicios no solamente los sufre el automovilista y el estacionero, sino que “estamos viendo todos los días en los medios de comunicación el aumento desmesurado de diferentes productos alimenticios a raíz del precio del gasoil”.
Por último, transmitió que según los especialistas con quien tiene contacto cotidiano, la suba aún “no termina”, porque algunos aventuran un incremento más, pero otros hablan de dos actualizaciones, que llevarán el litro de nafta Premium a un valor cercano a los 40 pesos.
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